Soy mi Sueño

Soy mi Sueño: Y el mío

Soy mi Sueño«Y entonces, Solaya, sí que oigo claramente tu voz…«

 

Creo, sinceramente, que me equivoqué a la hora de decantarme por este cómic para sacar de él una reseña. Soy mi Sueño, que (tras su publicación original en 2008) ahora reedita Norma redibujado por Pablo Auladell, nos conduce a un episodio de la II Guerra Mundial con un piloto nazi como protagonista de un viaje de autodescubrimiento que me ha resultado demasiado etéreo, onírico y difícil de describir. Quizás sea por la cercanía en lecturas del notable álbum sobre este conflicto bélico del que os hablé hace unos cuantos días, pero lo cierto es que no he logrado entrar en el cómic de Felipe Hernández Cava más allá de en momento muy puntuales. Una pena, porque no dejo de leer reseñas positivas acerca del mismo y no sé si sentirme tonto o si, simplemente, necesitaré acercarme a Soy mi Sueño en otro momento de mi vida.

 

Quizás el problema (para mí y para los que sean como yo, intentemos ser de ayuda a alguien con esta reseña) es que el álbum que tenemos entre las manos es más una obra de Bellas Artes que de ilustración y cómic. Hernández Cava y Auladell exigen al lector dejarse llevar por lo que sugiere, más que por lo que dice, el cómic. Y esto requiere que nuestro subconsciente esté preparado para lo que le va a caer encima. Soy mi Sueño no se puede leer como uno se lee la última aventura de Superman, sino que requiere un ánimo y una intención muy concretos que, si no se encuentran, nos llevan a vagar por un páramo de escenas vagamente conectadas en las que la mente y los pensamientos del protagonista tienen más relevancia que el momento real que está viviendo.

 

«Habría entregado mi vida por conservar la suya, pero eso no me fue concedido«

 

Desconozco, lo admito, cómo fue la primera edición de Soy mi Sueño para Edicions de Ponent, por lo que no soy capaz de describir los cambios que conlleva el redibujado que anuncia Norma ni, y eso me pesa más, soy capaz de saber si estos cambios eran necesarios por algo en concreto. Lo cierto es que el trabajo de Auladell, como el resto de lo que vemos en este cómic, tiene mucho más de artístico que de ilustrativo. Auladell refleja perfectamente el tono y el alma de los guiones de Hernández Cava, pero claro, eso funciona si uno se está dejando llevar por este cómic, no si se está arrastrando por él mendigando un poquito de agua para pasarlo mejor.

 

Soy mi Sueño

Soy mi Sueño

 

Puede que Soy mi Sueño comience a resonar en mis entrañas cuando los aviones de los ejércitos de la III Guerra Mundial sobrevuelen nuestras cabezas y uno desee que al menos uno de ellos se estrelle y que su ocupante tenga la oportunidad que no tendrán sus compañeros de reflexionar hacia dónde nos lleva la guerra, los pedazos de nuestra alma que no s dejamos en ella. Hasta entonces aguardará en mi biblioteca esa segunda lectura que me ayude a comprenderlo un poquito mejor.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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