Con los calores del verano una historia navideña refresca como el más sabroso de los helados. Y eso es lo que nos ofrecen Jonathan Hickman y Marco Checchetto en la nueva grapa publicada por Panini Cómics, no un sabroso helado, sino una refrescante historia navideña. Aunque quizás la experiencia resulte más angustiosa que refrescante. Pero no nos adelantemos.

«Solo pensaba que merecías algo mejor»

 

Como buena historia navideña, en la que respecta a Ultimate Spider-Man no faltan el drama y las cuchilladas entre familiares. Veníamos acostumbrándonos a ver a David Messina inmortalizando los capítulos más mundanos, con poco o nulo peso del alter-ego de Peter Parker. No es así en esta ocasión, que cuenta con Checchetto para ilustrar una completa reunión familiar que no se quiere perder ni Jonah Jameson, convertido en este rinconcito Ultimate en «la extraña pareja» de Ben Parker.

 

(En este número olvidaos de ver al dúo con sus uniformes de trabajo… y aún así la emoción está asegurada)

 

Quizás sean los únicos aliados de MJ y Peter en esta velada en la que ponemos cara al resto de mujeres Watson: su madre, su tía y su hermana. Y bastan cinco minutos con ellas (con madre y hermana) para descubrir porqué Hickman ha tardado todo un año (recordad, además, que la narración es a tiempo real, a mes por grapa) en presentarnos a esta rama de la familia. A veces (no pocas) una gran familia no es sinónimo de mejor familia.

 

Así, el número transita sin sobresaltos (heroicos) y nos presenta una estampa familiar común a la que muchos podemos imaginar como propia. Rencillas y pullas entre adultos, niños correteando, alertas culinarias por un horno que humea, actualizaciones amorosas, llamadas insistentes que no queremos coger… Una cotidianidad que lejos se resultar aburrida es tremendamente adictiva -en el fondo nos puede un buen culebrón y lo sabéis- y permite a los autores definir dinámicas y rasgos de sus protagonistas.

 

Y un detalle… hay un detalle que pasa desapercibido hasta la última página (penúltima si contamos con el epílogo, porque sí, este número incluye un epílogo) que cambia por completo el sentido del capítulo y que nos obliga a reeler el número con nuevos y temerosos ojos.