Eva

Eva: ¿Rareza española o buena película?

Eva demuestra, una vez más, la capacidad de la ciencia ficción para servir de vehículo que permite contar cualquier tipo de historia: desde dramas familiares a tramas policiales pasando por cuestiones filosóficas. En esta ocasión, tomando como punto de partida el regreso a casa de un brillante ingeniero para trabajar en un proyecto de la universidad local, Kike Maíllo nos regala, por un lado, un emotivo drama que gira en torno al triángulo protagonista y, por otro, una reflexión (quizá algo desdibujada al final) sobre las emociones y hasta que punto el ser humano es imitable.

 

Eva se torna en una apuesta arriesgada se mire por donde se mire, lo que supone un auténtico soplo de originalidad, atrevimiento y ganas de dejar huella.

 

En primer lugar, por ser lo más evidente, la película huye de forma descarada de la tendencia a la que nos hemos visto abocados en los últimos tiempos. No presenta un futuro distópico, oscuro o amenazante a la estela de títulos recientes como Yo, Robot o Inteligencia Artificial. Maíllo, por el contrario, nos ve viviendo sin estos temores; en una postal más costumbrista si se quiere. Los robots y androides son parte de nuestro día a día, elementos que nos hacen la vida más cómoda, como puede ser hoy un Smartphone o una Tablet, y no un peligro latente o explícito.

 

Daniel Brühl - Eva

 

La comparación puede ser exagerada, pero también es muy visual. Aquí no estamos ante un Terminator o máquinas que pueden ser usadas para la guerra, sino para mejorar nuestra calidad de vida. Y es de este punto de donde deducimos otra de sus particularidades: no estamos ante un thriller ni una película con grandes dosis de acción, sino ante una historia más cercana al melodrama.

 

Este es el punto diferencial que hace especial a Eva: pone sus medios técnicos al servicio de un relato sobre el ser humano. No intenta presumir de efectos, sino que los usa como un marco para acoger una historia que pone su énfasis en las relaciones entre sus personajes. Es el punto emocional (más incluso que la reflexión sobre este) lo que vertebra a Eva.

 

Para lograr este objetivo la película juega muy bien con los elementos del diseño artístico, conduciéndonos a un espacio extrañamente atemporal gracias al contraste entre los robots y los artefactos futuristas con un vestuario, así como coches o las mismas aulas de la facultad más propias de décadas pasadas. Esto, unido a una fotografía y una localización muy frías nos permite entrar en las inquietudes que presenta la cinta con facilidad. Es un ejercicio muy similar al que hizo Andrew Niccol en la imprescindible Gattaca. Aunque, como decíamos, Kike Maíllo se ha centrado más en el discurso melodramático que en el filosófico.

 

Eva es también una apuesta por tres debutantes. Dos de forma clara: su director, Kike Maíllo, y la protagonista, Claudia Vega. El otro «debutante» es Lluís Homar, que en el papel de un androide (Max) nos descubre a un actor completamente nuevo, que demuestra (una vez más) atreverse con todo. Los más cinéfilos encontrarán en su personaje alguna (o muchas) reminiscencia del carismático Gigolo Joe de Inteligencia Artificial.

 

Claudia Vega - Eva

 

El reparto pues, juega un papel muy importante para dotar de verdad y de profundidad a la historia. Los Daniel Brühl, Alberto Ammann o Marta Etura se muestran correctos, aunque quedan ensombrecidos por un gran Lluís Homar y una fantástica Claudia Vega (¿quién dijo que los niños hacían solo de sí mismos y no podían ser buenos actores?).

 

Un detalle importante, y que da buena cuenta de las intenciones integradoras de Eva entre el público más general y el fan de la sci-fi es que las famosas leyes de Asimov sobre la robótica y sus aplicaciones / repercusiones las encontramos en un segundo plano. Sabemos que están, pero en ningún momento se las menciona de una forma directa.

 

Siguiendo el discurso victimista que persigue (a) nuestra industria, Eva es una rareza (para ser española). La pregunta es sencilla… ¿es un título arriesgado para ser español o simplemente es una buena película?

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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