La publicación (que se hace eco de las informaciones de LA Times) afirma que los problemas de Sheridan con los productores llevaban tiempo coleando. El cineasta pidió su salida de los créditos, pero la DGA rechazó su petición ya que para hacerlo el resultado tendría que haber sido significativamente diferente a la visión originaria. Además, la productora Morgan Creek accedió a rodar de nuevo algunas escenas.
Y los problemas llevaban tiempo coleando porque el director irlandés se alejó del guión de David Loucka para dar un mayor peso a la improvisación durante el rodaje. Tras algunos test screening en los que la respuesta del público no era la esperada, Morgan Creek decidió tomar el control y se hizo cargo de la edición de la película, dejando a un lado a Sheridan.
¿La respuesta de este? Negarse a participar en la promoción de la película e insistir en su petición a la DGA.
Dream House se estrenará en nuestro país el próximo 4 de noviembre.
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