“La cultura somos nosotros, la de hoy, la de ayer y la que quiero ser también mañana; la cultura no es de bandos, tiene que ser un orgullo de todos. Tenemos que estar orgullosos de los creadores y de los que consumen, de los que se esfuerzan en el deporte, que son superhéroes, y de los que van a verlos«. Una cultura sin bandos es la primera declaración de intenciones del flamante ministro de Cultura, Màxim Huerta, que sustituye a Íñigo Méndez de Vigo después de tres años al frente de la cartera.

En un movimiento que nadie esperaba, el presidente Pedro Sánchez ha elegido al periodista y escritor como máximo responsable del reinstaurado Ministerio (antes estaba integrado en el Ministerio de Educación), y este, en el acto de traspaso de carteras ha enfatizado que todos somos cultura, «el traje que nos hemos puesto, la película que hemos visto, la música que nos acompaña en el taxi, el museo en el que hemos entrado y la fiesta y el aplauso en el campo de fútbol«.

.@maximhuerta asume la cartera de Ministro de Cultura y Deporte pic.twitter.com/1RbHryMVVF

— MECD Cultura (@culturagob) 7 de junio de 2018

¿Y todo esto porque nos interesa? Porque en los -presumiblemente- próximos 18 meses Huerta tiene la posibilidad de reactivar asuntos de suma importancia para el devenir de la industria del cine… o no hacer nada.

De momento, con el compromiso del nuevo Ejecutivo de respetar los presupuestos preparados por el Partido Popular que contemplan la tan necesitada bajada del IVA cultural del 21 al 10%, habría unas cuantas cuestiones que abordar. Desde aprobar el Estatuto del Artista, solucionar el disparate de ley que obliga a los creadores jubilados a renunciar al subsidio por cobrar derechos de autor o pagar multa, o arreglar y tramitar la Ley de Propiedad Intelectual. Todo ello sin olvidar reformar la Ley de Mecenazgo o dar la vuelta a la Ley del Cine, con el fin de potenciar y fomentar la producción, atrayendo proyectos con políticas de incentivos fiscales o difundiendo el cine español fuera de nuestras fronteras.

En su primer discurso como Ministro de Cultura y Deportes ha afirmado que «la cultura es nuestro tesoro (…) el futuro se construye prestando mucha atención a la cultura y a los creadores. Lo más importante es que todas las personas puedan acceder a la cultura y al deporte sin dificultades. (…) La cultura nos hace libres y, sobre todo, más felices«.