Como si de otra tanda más de Los Héroes que nunca vimos se tratara, tenemos que hablar de lo que pudo ser y no fue con Spider-Man. Y es que, en una entrevista para io9, David Fincher (La Red Social, Los Hombres que no Amaban a las Mujeres) confiesa que ya se le planteó la oportunidad de llevar al trepamuros al cine en 1999, cuando Sam Raimi se hizo con la franquicia, y de nuevo se le volvió a llamar para este reboot, que finalmente ha tenido en Marc Webb ((500) días juntos) a su director:
«Mi impresión de cómo podría ser Spider-Man es bastante diferente a lo que Sam [Raimi] hizo, o lo que quiso hacer. Creo que la razón por la que él dirigió la primera película fue porque quería trasladar a la pantalla al super-héroe de Marvel. Yo nunca he estado interesado en la historia de su génesis. No soportaba el tema de un tipo siendo mordido por una araña azul y roja. Era un problema… No era algo que pudiera hacer con seriedad. Quería comenzar con Gwen Stacy y el Duende Verde… Y quería matar a Gwen Stacy.
La secuencia inicial de la película que yo iba a hacer iba a ser, básicamente, un vídeo musical de diez minutos, una ópera, en el que se contaría toda la historia de Peter Parker. Mordido por una araña radiactiva, la muerte del tío Ben, la pérdida de Mary Jane… Y luego iba a comenzar con Peter conociendo a Gwen Stacy. Era algo muy distinto, no la típica historia adolescente. Mucho más acerca del tipo que es convertido en un monstruo«.
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