El Asombroso Spiderman: La primera cacería de Kraven

El Asombroso Spiderman. La primera cacería de Kraven: Caza al famoso

El Asombroso Spiderman: La primera cacería de KravenSeguimos metidos de lleno en el skyline de Un nuevo día, con nuestro trepamuros favorito sufriendo -como siempre- las vicisitudes de su caprichosa suerte porque, quizá en un guiño a su reciente pacto faustico, aceptar nuevos encargos en el renombrado DB le lleva a asumir un coste con el que no contaba y que le lleva a plantearse si realmente todo tiene un precio y si está dispuesto a pagarlo.

 

«¡Luke Cage me debe diez pavos!«

 

Y es que, en una genial aventura escrita por Dan Slott e ilustrada por Marcos Martín, Peter vuelve a vender su alma… esta vez para convertirse en paparazzi. En una época en la que el viejo J.J. Jameson aún desconocía la identidad secreta de Peter y seguía con su cruzada mediática contra el trepamuros, los modos de Dexter Bennett hacían parecer casi un angelito al primero. Lo más terrible es que 16 años después de su publicación (estas aventuras datan de 2008), lo que se presentaba como una parodia o exageración de las malas artes de una parte de la prensa, ahora parece un reflejo fidedigno de las cotas que son capaces de alcanzar algunos medios por arañar unos clicks de más.

 

Pero volviendo al cómic, esta primera aventura tiene algunas de las señas que marcarán el trabajo de Slott a lo largo de los años como arquitecto arácnido: una importante presencia del círculo de Peter y villanos y amenazas de lo más imaginativas y variopintas. Lo primero es relevante porque según la etapa (lo hemos visto en la más reciente de Zeb Wells), Spidey tiende a ser mostrado como un tipo solitario y sin vida social y teniendo una galería de secundarios tan carismáticos como Mary Jane, los Osborn o el citado Jameson, lo lógico es aprovecharlos y no pegarse un tiro en el pie omitiendo su presencia. Slott lo sabe (y lo sabía) y da el trato que se merece a todo el plantel de secundarios.

 

Lo segundo tiene aquí una de sus muestras más brillantes: Muñeca de papel. Es una pena que la villana no haya tenido mayor recorrido, aunque dado lo concreto de sus motivaciones y la amenaza que representaba (estrechamente vinculada al trabajo de Parker como paparazzi), se entiende que las oportunidades para rescatarla hayan escaseado. Peter Parker, paparazzi (así se titula este arco argumental) condensa todo lo que puede (y debe) ofrecer un buen cómic de Spiderman. Tal es el buen hacer de la aventura, que el tomo incluye como extra una entrevista con Dan Slott hablando del trabajo artístico (y narrativo) de Marcos Martín en ella. Por poner un pero, habría sido fantástico leer al propio Martín.

 

El Asombroso Spiderman: La primera cacería de Kraven

 

Tras esta llegan dos aventuras cortas más bien prescindibles: una en dos partes escrita por Bob Gale donde Spiderman descubre el Bar Sin Nombre, y otra elaborada a seis manos (Gale, Slott y Marc Guggenheim) que aborda una amenaza frustrada por Spidey narrada desde tres perspectivas diferentes. Curiosa, pero de ritmo e interés bastante desigual.

 

Y de cierre, con Guggenheim como guionista, Phil Jimenez como dibujante y Daredevil como estrella invitada (la portada del tomo revela buena parte de las sorpresas), tenemos La primera cacería de Kraven. Otro (de tantos) homenaje a la aclamada aventura de J. M. DeMatteis que dio con los huesos de nuestro héroe bajo tierra, pero cuyos lazos no son solo espirituales. Unos lazos, que aunque podéis imaginar viendo la apariencia de la villana y la simbología que la acompaña, preferimos no detallar para evitar posibles revelaciones, pues siempre hay alguien que no ha leído todavía estas historias.

 

Se trata de un relato bastante entretenido que subraya la faceta trágica de uno de sus personajes y que sirve -de nuevo ¡bien!- para destacar cómo ganan las historias arácnidas cuando no tienen a Spiderman/Peter solo contra el mundo. Venganzas, rencores y malentendidos son las chispas dramáticas que hacen avanzar una aventura en tres partes que serviría de germen para la macro-saga El desafío, uno de los grandes hitos de la ya longeva colección.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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