Gracias a Panini Cómics y Marvel Saga (en su edición rústica) recuperamos la que quizás sea la aventura más polémica de las correrías del trepamuros en las últimas décadas. Ni siquiera el interminable Dan Slott, en los diez años en los que estuvo al frente de la cabecera, llegó a tales extremos. Sí, hablamos de Un día más y hablamos del mefistazo.

«Sé el héroe. Sé mi héroe«

Julián Clemente entra de lleno en el meollo editorial en el texto que sirve de prólogo a esta aventura. Explica los motivos por los que desde Marvel decidieron «descasar» a Peter y Mary Jane y cuenta como se ejecutó tal decisión y las discrepancias que surgieron en el proceso. Si bien no vamos a ahondar en esta cuestión, resulta muy llamativo que ni siquiera los propios responsables de este reseteo estaban plenamente convencidos, evidenciando la misma arbitrariedad y trampa publicitaria de la que acusaban a la boda que hacían desaparecer en estas páginas.

Son cómics. Y de superhéroes, además. Todos conocemos las reglas del juego. Todo cambia y todo permanece. La vida de los personajes es cíclica. Lo asumimos y conectamos con algunas cosas, mientras no reconocemos otras tantas. Lo hemos visto en los últimos años con la etapa krakoana de la Patrulla-X, que vive ahora su particular canto del cisne. Lo hemos vivido unas cuantas veces con el propio Spiderman, que tan pronto era Asombroso como Superior.

¿Cuál es, entonces, el problema? Que lo haga un mago. O Mefisto en este caso. La historia tiene un aroma de gratuidad del que le resulta imposible esconderse y que seguimos arrastrando casi veinte años después. Que se lo digan a Nick Spencer, que dedicó la recta final de su etapa a enmarañar aún más todo lo relacionado con el pacto infernal. Y es que, en el fondo, Un día más tampoco sirvió para su propósito de fondo (que sí el cortoplacista), pues el descasamiento y retorno de viejos secundarios aunque dio la impresión de un retorno a tiempos más joviales y despreocupados del personaje, no hizo que ese público adolescente hiciera suyo el personaje, porque Peter seguiría estando en la primera treintena.

Y la consecuencia a largo plazo sería, sin embargo, un quebradero de cabeza para los sucesores de Straczynski en la cabecera. Ya lo vimos con el citado Spencer y lo vemos mes a mes con Zeb Wells, que ya no sabe ni qué hacer con MJ. Un día más es un mal sueño para la trayectoria arácnida que aún hoy (lo que puede verse como un éxito) sigue dando que hablar… y sigue sin solución aún cuando el propio Joe Quesada en Un momento en el tiempo se redimió (en parte) con una historia de una emoción que la magia no puede igualar.