Acompañado de Steven Cummings a los lápices (hay que ver lo poco que tienden a durar los dibujantes en esta colección), Ryan North sigue adelante en su firme apuesta de reivindicar a cada uno de los integrantes de Los 4 Fantásticos (que desde hace un tiempo ya son nueve).

 

“No lo querríamos de otro modo”

 

En el número #26 (#176) que nos trae Panini Cómics el protagonismo recae en la pequeña Nicki, quien fuera introducida (junto a Jo) por Dan Slott en el transcurso de su etapa para convertirla en la hija adoptiva de Alicia y Ben y a la que North, antes de acogerla con los brazos abiertos, envió junto a todo el edificio Baxter, un año en el futuro (como vimos durante la primera fase de su etapa).

 

El objetivo del capítulo es descubrir cómo una joven skrull, criada en el seno de Los 4 Fantásticos, se integra y relaciona en un colegio/instituto medio alejado de la caótica normalidad de la vida de los superhéroes. Alienígena en un mundo extraño y de una naturaleza, metamórfica, habitualmente relacionada con el mal y lo monstruoso en nuestra cultura y tradiciones, Nicki no se enfrenta -en apariencia- a la más cómoda de las vidas escolares.

 

¿Y cómo se propone el reto de ser aceptada (y aceptarse)? Como cualquier niña de su edad, con travesuras.

 

 

El rincón estudiantil, la vida diaria de Nicki, Valeria, Jo y Franklin ha sido poco desarrollada por North hasta el momento. Hemos podido verla, pero de forma puntual. Lo cual es una pena, porque siempre que la acción se ha detenido y puesto el ojo en las clases y aventuras juveniles, el resultado han sido relatos muy divertidos, capaces de exponer otras realidades del día a día fantástico, quizás menos asombrosas, pero igual interesantes. Ojalá el guionista encuentre tiempo para explorar aún más las vidas escolares de sus jóvenes protagonistas.

 

Para North ninguno de los miembros de la familia es menos que los demás, todos tienen un valor diferencial que los hace especiales: a ellos y a sus relaciones con el resto de la familia. Y eso es lo que se propone en esta aventura. El resultado es una pequeña historia en la que Nicki aprende a estar orgullosa de quién es. Puede parecer poca cosa, pero en un mundo que se deja arrastrar por el odio y los prejuicios con enorme facilidad, ejemplos como el de la pequeña Masters-Grimm, de valentía y aceptación son súper necesarios.