Con la inminente llegada del mayor evento Marvel desde Civil War, Vengadores Vs. Patrulla-X, los multicrossovers vuelven a estar de moda. Hablar de cruces entre personajes o de aventuras conjuntas con repercusiones en todo el universo no es nada nuevo hoy día. Todo lo contrario, son el gran reclamo publicitario de cada temporada. Historias donde la épica alcanza su punto más alto y donde nuestros héroes se enfrentan a los peligros más terribles. Miedo encarnado, Invasión secreta o la citada Civil War son algunas de los relatos publicados en los últimos años, cada uno con decenas de ramificaciones en las series regulares de todos los participantes en dichos acontecimientos.
Esto ahora, ¿pero antes? La «aparición estelar» de un héroe en la serie de otro siempre ha sido una de las estrategias seguidas por Marvel desde sus comienzos. El primero data de 1940 y estaba protagonizado nada menos que por Namor (rey de Atlantis) y la Antorcha Humana. Pero no fue hasta la aparición de este volumen (Avengers #115 – #118 USA y Defenders #8 – #10 USA entre septiembre y diciembre de 1973) cuando se empezaron a perfilar las dimensiones que podían alcanzar estas miniseries (a nivel narrativo y comercial). Por encima de cualquier otra cosa, el atractivo de Los Vegadores Vs. Los Defensores radica en que es el primer multicrossover de la historia marvelita, un enfrentamiento entre los dos grupos más poderosos de la editorial (con permiso de los mutantes).
En este sentido, este tomo Marvel Gold constituye una pequeña lección de historia del cómic de superhéroes. Y no solo por el tebeo en sí, sino por los dos textos que incluye (un prólogo de Steve Englehart en el que explica el porqué de la empresa que llevó a cabo, y un artículo de Raimon Fonseca que analiza la génesis del volumen y su importancia editorial). Si esto sabe a poco, los fetichistas disfrutarán con las ilustraciones finales de Carlos Pacheco, John Romita Jr. o Joe Jusko entre otros.
El presente tomo, como es obvio, rezuma clasicismo en todas sus páginas, lo que da una buena pista del camino que sigue la historia. Con Loki y Dormmamu confraternizando para dominar el mundo (tranquilos, los presentan en la primera página, estáis libres de spoilers), Defensores y Vengadores se ven envueltos en luchas fratricidas por defender objetivos igual de loables… Si hablaran antes de golpear se evitarían muchos problemas.
En los ocho números que componen el volumen asistimos a un serial en el que cada entrega nos reserva un encarnizado combate entre los miembros de ambas formaciones. El vengador Iron Man frente al defensor (sí, defensor) Ojo de Halcón; los héroes de la 2ª Guerra Mundial Capitán América y Namor, Visión y la Bruja Escarlata frente a Estela Plateada o (no los vamos a enumerar todos) el choque de titanes Thor – Hulk. Las grandes batallas son la nota dominante de una trama en la que se cruzan los engaños, planes de dominación, rencillas personales y cameos de otros personajes Marvel. Y el motor de la historia no es otro que un Caballero Negro que por esta época estaba convertido en piedra.
Aunque el guión pueda resultar excesivamente sencillo para lo que estamos acostumbrados a leer hoy día, donde no cabe discusión alguna es en un sentido del ritmo. La acción no cesa en ningún momento, acrecentándose con cada giro de la trama. Este tomo representa, además, la primera etapa de Matis en Los Vengadores. Lo dicho, una lección de historia.
Los Vengadores Vs. Los Defensores funciona tanto como un interesante acercamiento a la edad dorada de los héroes más poderosos de la Tierra y del no-grupo de Marvel, como recopilatorio para seguir ahondando en la mitología marvelita y como una historia repleta de acción para pasar una emocionante tarde de verano.
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