«¿Eso debería significar algo para mí?«

 

Si la Patrulla-X de los pantanos ha regresado del Asalto a la prisión de Graymalkin con ganas de pasear por el centro comercial y olvidarse de tanta pelea injusta, no ha pasado lo mismo con el equipo capitaneado por Cíclope, que regresa al hogar para verlo asediado por los soldados de O*N*E. (a los que ya hemos visto varias veces a lo largo de esta cabecera), que tratan de actuar en represalia por las acciones de los mutantes en el crossover que acabamos de cerrar entre esta colección y la de la Imposible Patrulla-X. Un momento, ¿en represalia? ¿No estaban siendo los mutantes secuestrados y apalizados dentro de esa horrible instalación que otrora fuera el Instituto Charles Xavier? Aquí, por fin (sólo han hecho falta ocho números) se nos explica un poco por encima el tema de la ‘bula papal’ de la que goza esta institución…

 

Y es que parece ser que el gobierno de los Estados Unidos de América se ha declarado incapaz de mantener al Profesor X bajo control y esta institución se ha ofrecido amablemente a cargar con el muerto… A cambio de cierta carta blanca a la hora de llevar sus propios asuntos. Y, claro, estos asuntos pasan por aterrorizar a los alumnos mutantes de ambas escuelas y por mandar el mensaje a los adultos de que nadie esté del todo seguro en la Tierra si porta en sui genoma el Gen X. Mientras Graymalkin mantenga a Xavier bajo llave (¿alguien habló de Fuga de X?) este ente privado puede hacer lo que le plazca (¿no os suena esto a cosas que ya habéis visto en el mundo real? Porque a mí sí) y esta atrocidad neoliberal no la va a permitir Cíclope de cualquier manera.

 

«¿Creéis que me he estrellado porque soy mal piloto?«

 

La respuesta del líder mutante del equipo de Alaska no podía haber sido más contundente. En un par de movimientos el mutante desactiva a todo el ejército de matones que han puesto precio a sus cabezas, dejando muy claro que cualquier acción futura tendrá consecuencias desastrosas para la totalidad de los Estados Unidos (en plan, ¿queréis guerra? Tomad guerra). Esta brusca y despiadada declaración de intenciones basta para que esta Patrulla-X #8 (#90) que nos trae Panini se convierta en el número mejor valorado de la colección hasta la fecha. Entre otras cosas porque permite a la cabecera avanzar sin quedarse encallada en sus luchas con tal o cual enemigo. Jed MacKay ahora puede lanzar a su equipo a por su próxima aventura sin preocuparse por lo que deja atrás… Al menos de momento.

 

 

Cierra esta entrega doble con el primer capítulo de una nueva aventura para esta Patrulla-X en la frontera entre Alaska y Canadá (muy importante lo de la localización) de la que os hablaré en un futuro próximo. Por el momento nos quedamos con la sacada de %&/( de Cíclope de este número y con el inesperado regreso de un equipo que lo petó fuerte durante la etapa de Krakoa: los Infernales.