X-Men: Vísperas de Destrucción

Patrulla-X. Vísperas de destrucción: Magneto desatado

X-Men: Vísperas de DestrucciónEl nuevo tomo de la Patrulla-X de la línea Colección Extra Superhéroes recoge la segunda despedida de Chris Claremont como arquitecto de la franquicia y la breve etapa de Scott Lobdell, carcterizada por tener más sombras que luces, aunque nos dejó algunas interesantes historias. Tanto los relatos como el arte que nos presenta este volumen da buena cuenta de la deuda que aún mantenían sus autores de los noventa (dibujantes como Larroca y Leinil Yu han ganado mucho con el tiempo). Estamos ante un tomo un tanto irregular con historias muy interesantes y otras olvidables, aunque la inclusión de aventuras inéditas como Uncanny X-Men Annual 2000 y la aparición íntegra de El fin del sueño, hacen de Vísperas de destrucción un libro bastante apetecible.

 

Vísperas de destrucción está conformado por tres grandes arcos argumentales y otros tantos de un capítulo que sirven para completar dichos arcos o para conocer un poco mejor a nuestros protagonistas y sus motivaciones. La primera saga con la que nos encontramos es El fin del sueño, un interesante crossover (implicó a las colecciones de Cable, Bishop, X-Men y Uncanny X-Men) con muchas reminiscencias a Días del futuro pasado (que ahora vuelve a estar de actualidad gracias a La batalla del átomo) al poner de nuevo a Robert Kelly como objetivo de la Hermandad de Mutantes Diabólicos y con el futuro del homo superior en juego. La presencia de Bishop y Cable como grandes protagonistas de la historia (amén de personajes como Pícara) pone de manifiesto el temor de La Patrulla-X de caer presa de un futuro apocalíptico que los condene a todos. Y es que, ¿quiénes podrían entender mejor lo que está en juego que dos viajeros temporales?

 

Si en aquella historia de 1981 se nos decía que había esperanza y que el futuro no está escrito, que un solo hombre puede cambiar las cosas, este El fin del sueño tiene un tono más amargo. el futuro no tiene porque estar escrito, pero salvaguardarlo requiere de dolorosos sacrificios. En esta línea se sitúa el epílogo de la aventura, El buen pastor, que, en comparación con la historia que la precede es algo flojo. La trama del capítulo aborda dos frentes: El recuerdo del Profesor-X de Moira y la lucha interna de Cecilia Reyes. Hay un fuerte desequilibrio entre ambas, la segunda queda muy desdibujada respecto a la otra, tanto que podría obviarse y no pasaría nada. En el contexto parece un simple relleno.

 

A este arco le siguen dos relatos breves muy apropiados para las fiestas navideñas: Ceremonias y Compartir. El primero sirve para preparar el terreno de cara a futuras historias que se centrarán en la búsqueda de los libros de Destino en la serie X-Treme X-Men del propio Claremont (con dibujos del español Salvador Larroca), además de forzar un cambio transitorio de la formación de la Patrulla-X de cara a los otros arcos argumentales ue complementan este tomo. Compartir (el annual inédito en nuestro país), en cambio, pone su mirada en Xavier y en su trabajo con una joven que poco después de sufrir un trauma empieza a manifestar sus poderes. Mientras que Ceremonias tiene un tono más festivo o alegre y acaba con un poso de incertidumbre por lo que está por venir, Compartir tiene un cariz más agrío en su desarrollo y cierra con un halo de esperanza para el sueño de la Patrulla-X.

 

Lo siguiente que nos encontramos es el infausto Uncanny X-Men #390 USA de Scott Lobdell del que es mejor no hacer sangre, ya que gracias a Joseph Harris y su miniserie La búsqueda de Cíclope, que narra un viaje de autodescubrimiento por parte del mutante (acompañado de Jean Grey y Cable) antes de su reincorporación a la Patrulla-, nos reconciliamos con el libro. Un arco cargado de acción que, si por algo es destacable, es porque a raíz de este es cuando se inicia la evolución del discurso de Scott Summers que le conducirá a su situación actual como prófugo de la justicia y líder de una Imposible Patrulla-X con Magneto y Emma Frost como lugartenientes.

 

X-Men: Vísperas de Destrucción

 

Miniserie esta que se complementa con Uncanny X-Men #391 USA, otro capítulo autoconclusivo de Lobdell que pone a Scott frente a su padre en una improvisada acampada en la que ambos se tiran reproches a la cara y remueven su pasado.Un relato sin demasiado interés, pero que se lee con mucha facilidad. Seguido tenemos X-Men #110 USA que nos reconcilia con Lobdell. En este nos presenta a una Kitty Pryde en pleno proceso de maduración que decide afrontar las consecuencias de las historias precedentes tomando un camino propio a través del que perseguir unos sueños que no se alejan de los de su mentor, Charles Xavier. Sin duda, la historia con más corazón del tomo que nos ocupa.

 

Y como gran final un nuevo cruce entre X-Men y Uncanny X-Men: Vísperas de destrucción. Jean Grey se ve obligada a formar una Patrulla-X de circunstancias (tremendamente insulsa, por cierto) para hacer frente a Magneto y su ejército de mutantes, que amenazan con declarar la guerra a la humanidad si esta no decide rendirse por las buenas a la supremacía del homo superior. Aún contando con unos protagonistas peleando entre sí por ver quien es el menos carismático y con una resolución pobre y facilona, este arco argumental cuenta con interesantes giros y una buena dosis de acción capaces de encandilar a los más exigentes. De entre los personajes destacan un Magneto desatado como hacía tiempo que no se veía, una Jean Grey que se esfuerza por compensar la inutlidad de sus compañeros y un Cíclope muy sobrado que sigue marcando el camino de lo que terminará siendo en un futuro.

 

Como nota final, lamentar la baja calidad de impresión de la segunda y tercera parte de este relato. Hay algunas páginas en las que los diálgoos resultan muy difíciles de leer puesto que están impresos por duplicado y en otras las imágenes tienen una escasísima resolución (en ambos casos, la sensasión es de estar borrosos). Por suerte no ocurre, a lo sumo, más que en una decena de páginas.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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