Spider-Man de Todd McFarlane #1-2: Un Peter Parker gothamita

Spider-Man, de Todd McFarlane
Analizamos los dos primeros tomos del nuevo coleccionable de Panini Cómics sobre Spider-Man.

Spider-Man, de Todd McFarlaneCoincidiendo con el último estreno de la franquicia arácnida en cines, Panini ha decidido sacar del cajón un nuevo coleccionable que nos acompañará durante los próximos meses con Todd McFarlane como estrella indiscutible. El que fuera uno de los dibujantes más reconocidos de Amazing Spider-Man durante los primeros 90, tiene en esta colección la que fue su primera gran oportunidad como autor completo en Marvel. Spider-Man, la cabecera elegida para tal empresa se caracteriza por compornerse a partir de varias miniseries sin relación entre sí, lo que liberaba a McFarlane de las problemáticas de la continudad y le daba una libertad creativa muy amplia para abordar sus historias. Los volúmenes que nos ocupan: Tormento y Percepciones, comprenden los tres primeros arcos argumentales de la colección, y son unos cómics ideales como punto de entrada al universo arácnido para nuevos lectores por esa independencia y accesibilidad de las historias.

Antes de entrar en cada uno de los libros y sus correspondientes historias, es conveniente detenerse en algunos de los rasgos característicos de ambos en su conjunto. Lo primero que llama la atención es el dibujo, la faceta que le ha granjeado gran parte de su fama a McFarlane. Su trazo es hijo de los 90, muy recargado y buscando siempre la espectacularidad, pero a veces se hace complicado distinguir bien la pose del héroe ya que las viñetas quedan muy empastadas entre tanta línea y movimientos imposibles.

En cuanto a su trabajo como guionista, en seguida se advierte un tono oscuro, tremebundo y muy violento; deudor del Batman de Frank Miller (incluso durante la historia que enfrenta al Duende con Spidey utiliza a los medios de comunicación como recurso narrativo para plantear el debate de si los héroes son parte del problema o la solución a los supervillanos, un guiño nada velado a El regreso del Caballero Oscuro). Esto lleva a que nuestro desventurado y casi siempre optimista héroe no parezca él mismo. Su definitorio sentido del humor deja paso a una tez mucho más seria y engreída. Un aspecto que nuevamente acerca a Spiderman con la citada imagen del Cruzado Enmascarado y que puede chocar a los lectores habituales del trepamuros.

El tercer aspecto a reseñar y con diferencia el más sangrante (los anteriores agradarán más o menos dependiendo de los gustos de cada uno), es el referente al trabajo con el personaje de Mary Jane. La fémina es un chiste de sí misma, solo piensa en Peter y en acurrucarse a su lado o en salir de fiesta para olvidar las preocupaciones. No tiene ni un ápice de carácter ni de independencia. Sin olvidar una aparición en paños menores completamente gratuita.

¿Y qué nos encontramos en las diferentes historias? Tormento, el primer volumen, abarca un arco argumental completo que lleva el mismo nombre y que pone a Spiderman ante la peor noche de su vida. Luchando contra un Lagarto desprovisto de cualquier rastro de inteligencia, puro instinto y voracidad animal y a una bruja de siniestras intenciones. Este primer arco propone un par de giros interesantes, pero pretende ser tan ambiguo en su desarrollo, ofreciendo tan pocas pistas y haciendo sufrir al héroe sin razón aparente (Peter se pasa toda la historia preguntado «¿por qué?«), que es complicado entrar en la trama. Las intenciones de Todd McFarlane no están nada claras, la aventura no lleva a ningún lugar y las decisiones de algunos de los personajes en puntos clave no se corresponden con el desarrollo que han ido siguiendo hasta esos momentos. Además el autor parece poseído por el espíritu de Roger Corman, Vincent Price y compañía. Se presenta como un narrador grandilocuente y tenebroso que desorienta mucho al lector.

Percepciones por su parte comprende dos arcos argumentales: el que da nombre al volumen (que comprende cinco capítulos) y Máscaras (relato corto en dos partes). En este libro vemos una mejoría en cuanto a guiones y arte (más acorde a las historias, trabajando con ellas, no al margen). Máscaras recae en algunos de los errores de Tormento y su poca duración provoca que la narración resulte algo atropellada, pero ofrece una interesante lectura sobre el heroísmo y la venganza. En el dibujo, el punto fuerte del cómic, su encarnación del Duende es terrorífica y grotesca y su Motorista Fantasma impone con su figura llameante.

La segunda de las historias, Percepciones, eleva el listón muchísimo. Es un relato duro, con muchos puntos en común con Decisiones Sangrientas (incluida en el volumen Lobezno y Nick Furia: Conexión Escorpio): ambas se publicaron a lo largo de 1991, cuentan con Logan como coprotagonista y tiene en los niños a las víctimas de un monstruo.

Spider-Man, de Todd McFarlane

El arco arranca con una narradora externa, una periodista que da su visión de los acontecimientos en un primer número que sirve como presentación de la aventura. Luego, en el cuarto capítulo, vuelve a aparecer para situar el contexto antes del último acto. Durante el resto del relato son Spiderman y Lobezno quienes intercalan sus voces (sin olvidar a McFarlane). La dinámica que se establece entre los dos personajes es muy buena, complementándose uno a otro. Además el guionista sabe sacar provecho de las limitaciones que se impone él mismo trasladando la acción a un pueblecito en Canadá. Parker ha sido enviado ahí para cubrir un reportaje para el Daily Bugle y no puede actuar como Spider-Man así como así, lo que le obliga a investigar bajo su identidad civil, dejando así las tortas a Lobezno.

En cuanto a temáticas… sobresale el de la manipulación periodística y los intereses creados. McFarlane pone el ojo en la relatividad que adquiere la verdad cuando esta nos puede perjudicar y es más importante salvar el pellejo, creado una bola de desinformación y temor tan grande que no se puede deshacer sin pagar un alto precio.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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