Llega la hora de ¡Los Seis Superiores! en el Spiderman Superior de Dan Slott.

Chris Yost llevaba varios meses sembrando el terreno para la que es su gran apuesta para el falso Spiderman. Octopus ha estado capturando a sus antiguos compañeros de Los Seis Siniestros: Electro, Misterio, Buitre, Camaleón y Hombre de Arena, para convertirlos en ¡Los Seis Superiores!, control mental mediante, claro. ¿Su objetivo? Formar un supergrupo con el que defender Nueva York sin injerencias de Los Vengadores, a quienes siempre ha considerado inferiores. Pero la arrogancia no es una buena compañera de viaje y Spiderman lo va a aprender a las bravas en este volumen.

Por mucho que se diga a sí mismo que es un Spiderman «superior», Otto sigue demostrando que le pierde la bocaza y que si sus planes como villano no terminaban de fructificar era por algo. Ahora convertido en Peter Parker tampoco aprende y los problemas no van a tardar en llegar. De esta forma, Yost procura dar un baño de humildad a nuestro protagonista, superado por una situación que él mismo ha creado. Resulta muy interesante ver al personaje retratándose a sí mismo, consciente de la amenaza que ha provocado y para la que no está preparado. Después de varios números (desde el inicio de la serie prácticamente) siempre ha parecido estar un paso por delante de todo el mundo, desarrollando una imagen de sí mismo cuasi perfecta, por encima del bien y del mal. Y para ser un héroe de verdad tienes que tener los pies en el suelo. Tal como se desarrollan los acontecimientos, puede que estemos asistiendo a un cambio en la mentalidad del falso Spiderman, que empieza a valorar el sacrificio que hacía día a día su predecesor.

Al igual que Dan Slott en Spiderman Superior #89, Yost encuentra el punto al personaje y empieza a sacarle partido alejando la sombra de Parker del todo. Su mundo ha cambiado: ha montado su propia empresa, lleva una relación con Anna Marconi, el alcalde Jameson no interfiere en sus planes… el Spiderman Superior despega y el futuro pinta muy movidito y cargado de emociones.

A la historia Los Seis Superiores (dibujada con gran brío por Marco Checchetto) la acompañan los relatos La peor persona del mundo (un encuentro con Namor que explora las consecuencias de la rebelión de los seis siniestros) e Inhumanidad (una de esas aventuras en las que se ensalza el valor de los auténticos héroes, en este caso los bomberos de Nueva York), que complementan ese cambio de actitud en el hombre araña. Ojo, sigue igual de expeditivo en sus actuaciones, pero parece decidido a no dejarse llevar tanto por sus ínfulas villanescas. Aunque sea superior, sigue cometiendo errores de cálculo como todos. Perdemos un poco de ego a cambio de una pizca de heroísmo desinteresado y corazón. ¡Cualquiera lo diría viniendo de Otto Octavius!

Y, ¡cómo no!, no podíamos despedirnos sin nuestra ración mensual de la divertidísima Superior Foes of Spider-Man en la que Fred Myers sigue con sus tejemanejes para recuperar el control de sus seis siniestros y ganar tiempo con El Camaleón. El tono cómico que le ha impuesto Nick Spencer a la colección es fabuloso. Una serie fresca, divertida y políticamente incorrecta, con un humor negro delicioso. Es una pena que quede relegada a mero acompañante de los volúmenes arácnidos.