Jonathan Hickman cambia el discurso en el segundo número de la colección para ofrecernos una de cine oriental.
«Esta es una pelea que no puedo ganar«
Sorprendente e interesante segundo número de Vengadores Mundiales. Jonathan Hickman le cede todo el protagonismo de este número a Shang-Chi para que éste se recree en todo un homenaje a Bruce Lee y todo el resto de leyendas del cine oriental. La pelea que este artista marcial mantiene en esta entrega con un enemigo tan temible como Gorgón sirve para seguir reivindicando a los personajes que la plana mayor de los Vengadores ha dejado tradicionalmente en un segundo plano. Queda por ver cómo terminará el enfrentamiento, si hará falta que el único de «los grandes» presente en Madripur (Lobezno) necesita intervenir o si Hickman continuará haciendo brillar a estas pequeñas estrellas. Un servidor espera que sea lo segundo.
Vengadores Mundiales #2 es pura pelea contada en primera persona por el héroe. Hickman y Nick Spencer, permiten que Stefano Caselli se convierta en el auténtico protagonista de este número con unos dibujos a página completa que pueden parecer un tanto tramposos (cuento nada menos que cinco splash-pages en este cómic), pero que lucen que da gusto y van muy en la línea del gusto del guionista por el estilo cinematográfico aplicado al cómic. En algunos casos, salvando las diferencias, se podría hablar incluso de un capítulo que, si no en dibujo sí en la coreografía de las viñetas, recuerda mucho al cómic japonés de peleas (el denominado shonen manga).
Poco más se puede añadir de un capítulo sencillito pero la mar de entretenido. Vengadores Mundiales le hace a Marvel un servicio similar al que Poderosos Vengadores. Pero mientras que el grupo de Luke Cage lleva a los eternos secundarios a luchar a las calles de Nueva York, esta colección abre sus brazos al mundo y, al menos de comienzo, se muestra bastante más ambiciosa en su planteamiento y en la manera de plasmarse en las viñetas.
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