Siendo conscientes de lo vasto y complejo que es el universo de Star Wars más allá de las dos sagas cinematográficas, entrar en cualquiera de sus colecciones es una tarea casi imposible dada las continuas referencias que se hacen a personajes y hechos acaecidos en historias anteriores. Un hecho que si bien aleja a potenciales lectores, crea una cohesión dentro del cosmos que refuerza el interés de sus seguidores.
Por este mismo motivo, colecciones como Amanecer de los Jedi son altamente recomendables ya que, manteniendo la esencia que ha hecho tan popular a sus series hermanas, poseen el suficiente grado de independencia como para atraer a los neófitos. La que nos ocupa en concreto parte de una premisa inmejorable: 36 mil años antes de lo ocurrido con Luke Skywalker y su familia asistimos al nacimiento de la orden de los Jedi en el lejano planeta Tython. No hay ni República, ni Imperio ni nada que se le asemeje. Partimos casi de cero.
Un «casi» que es importante tener en cuenta para no dejarse llevar por la frustración en las primeras páginas de la lectura. Lo que se narra en esta obra es el origen de los Jedi que conocemos todos y de como se convertirían con el paso de los milenios en Maestros de la Fuerza. En el punto en que se sitúa la historia los protagonistas no están más que arañando las posibilidades que ofrece este poder, pero el prólogo de ésta tiende a mencionar y a dejar entrever hechos y leyendas aún más lejanas en el tiempo que pueden desviar la atención de lo que realmente se quiere narrar. Un fallo por parte de su guionista, John Ostrander, al que los elementos accesorios utilizados para presentar el mundo que va a desarrollar se le escapan de las manos, generando tanto o más interés que la propia trama y con (de momento) pocos visos de ser explicados en un futuro cercano.
Esto requiere, además, una lectura muy concentrada por parte del lector primerizo para no distraerse del centro de la historia. Lo que, por otra parte, garantiza que visitemos la obra más de una vez.
Este primer arco argumental, titulado La Tormenta de Fuerza, tampoco profundiza demasiado, ya que su intención es la de servir de introducción. Así se comprende que los protagonistas parezcan dibujados a brochazos. Hay tanto que presentar que de momento Ostrander no se permite darles matices. Busca los arquetipos de héroes y villanos y se ciñe a ellos. De momento lo que le preocupa es sentar las bases de este universo y ofrecer una historia en la que prime la espectacularidad y la acción. Un objetivo que logra con el apoyo de Jan Duursena en los dibujos. La artista imprime una gran calidad a sus trazos y crea escenas muy fluidas, aunque tiene un par de viñetas de pelea un tanto confusas, en las que no acierta con la composición. Un par de minucias para un trabajo, en líneas generales, muy completo.
Así pues, a pesar de algún que otro problema de enfoque en determinados momentos, John Ostrander ha desarrollado una historia con muchísimo potencial, que a tenor de lo relatado en sus últimas páginas promete profundizar en los entresijos de esta joven sociedad Je’Daii ya en el próximo tomo. Con toda la información que está generando la saga cinematográfica este es un buen momento para adentrarse en el Universo Extendido de la franquicia y Amanecer de los Jedi se presenta como una de las opciones más interesantes, tanto para nuevos lectores (que no van a necesitar de conocimientos previos) como para fans versados (que encontrarán todo un nuevo mundo por descubrir).
Lástima que la edición venga peladísima de extras.
Deja un comentario: