DreadOut 2 ha llegado recientemente a Nintendo Switch -en formato físico- de la mano de Meridiem Games. Se trata de un survival horror de corte clásico, en la línea de los icónicos Fatal Frame (conocidos como Project Zero en España), y en el que su origen -indonesio- juega un papel muy importante, pues el folclore y leyendas locales forman parte su núcleo narrativo.

La protagonista de esta aventura es Linda Meilinda, la misma del anterior juego, aunque la importancia del conocimiento del mismo es relativa. Los hechos aquí acaecidos son consecuencia de aquel, pero Digital Happiness nos ofrece un pequeño vídeo resumen que nos pone en antecedentes. Quizá la información que nos ofrece es algo esquemática, pero suficiente para saber que Linda sigue corriendo un gran peligro y que los espíritus malvados tienden a ser muy vengativos.

Poníamos el ejemplo de Project Zero porque comparten un elemento singular respecto a otras franquicias dentro del género, que no es otro que el uso de una cámara -el móvil en este caso- como arma para defendernos de los fantasmas que pretenden acabar con nosotros. Aunque en este caso hablamos más que de un simple arma, pues el móvil se convierte rápidamente en un recurso imprescindible: linterna, mapa, bloc de notas… las diferentes apps y usos que le damos a los smartphones en el día a día están bien integradas en la narrativa y funcionamiento del juego, siendo la citada linterna una de nuestras amigas más valiosas.

Uno de los valores de DreadOut 2 es su eficacia para generar un sentimiento de tensión en el jugador ya desde los primeros minutos de aventura. En espacios oscuros es imposible ver nada sin la linterna y, aún así, al tener que hacer frente a espíritus a quienes tampoco vemos a simple vista, sino que tenemos que activar la cámara (lo que cambia la vista básica de tercera persona, a una en primera), la inquietud será nuestra perversa compañía. La atmósfera es angustiosa porque no sabemos de dónde viene el peligro. En este sentido, la secuencia inicial (de noche, en un instituto abandonado) es toda una prueba de fuego. DreadOut 2 consigue lo más difícil: crear una atmósfera que dé miedo. Pero tranquilidad, ni toda la propuesta transcurre en la oscuridad, ni en espacios cerrados. Hay toda una ciudad por descubrir.

Aquí juega también mucha importancia el espíritu localista de la aventura. Desde Digital Hapiness se esfuerzan por construir una narrativa en la que encajen seres propios de la mitología y folclore indonesio. Destaca sobre todo, por presencia en la cultura popular, Kuntilanak, que cuenta incluso con una película en Netflix (por desgracia, no disponible en el mercado español). Hay, pues, una intencionalidad de darle un poso de verosimilitud a la propuesta. Y el ejemplo más evidente es la propia mecánica de combatir los fantasmas con el móvil. En no pocas sociedades existe la creencia de que una foto captura parte de nuestra alma.

Hay, sin embargo, algunos aspectos que no terminan de funcionar. El primero de ellos afecta directamente al port de Nintendo Switch y va referido a su accesibilidad. Traducido al castellano (los textos, no las voces), el juego ofrece problemas de visión en modo portátil (lo hemos probado en una Nintendo Switch Oled), pues los textos (sobre todo los subtítulos de los diálogos) son extremadamente pequeños y no existe la opción de modificar su tamaño. Si sabéis inglés o la historia os da igual, este aspecto no reviste mayor inconveniente. En caso contrario, tened en cuenta este debe a la hora de probar el modo portátil.

Ya metidos en el gameplay en sí, el principal problema radica en la cámara, no siempre óptima en su encuadre y de un rango de velocidad de movimiento que puede agudizar las molestias y mareos de quienes sufren de cinetosis. Si sois del perfil de jugadores que no puede con las propuestas en primera persona porque os mareáis, DreadOut 2 quizás tampoco no sea una buena recomendación.

El sistema de combate,si bien peca de impreciso en algunas ocasiones, no es nada que no sucediera en los clásicos survival horror a los que homenajea DreadOut 2; así pues, habrá quien lo interprete como un fallo y quien lo haga como una apuesta consciente por parte del estudio (como hacía, por ejemplo, Tormented Souls con el uso de la cámara fija), con todo lo malo y lo bueno que ello conlleva. Para inclinarse por una u otra interpretación habrá que preguntarles a los desarrolladores.

DreadOut 2 es una estimable propuesta survival horror, especialmente indicada para fans de aquella primera oleada de juegos a mediados-finales de los 90 que dio forma y revolucionó el género. Cuenta, además, con el plus de sumergirse en el folclore indonesio, huyendo de arquetipos como zombis o seres lovecraftianos y genera una atmósfera inquietante como pocas. ¿Por contra? No es recomendable jugar en modo portátil, ni si sufrís de mareos cuando jugáis a determinado tipo de juegos.

Analizada la versión de Nintendo Switch.