Humanity

Humanity: El puzle perfecto

¿Existe acaso el juego perfecto? Seguramente no. Es más, no creo que en la vida haya nada perfecto, pues todo tiene sus peros y siempre algo puede hacerse mejor. Pero seguramente Humanity esté muy cerca de la perfección. Se puede decir sin más que Humanity es, posiblemente, la gran sorpresa del año y uno de los mejores juegos que vamos a poder tener en este 2023. Y todo ello haciendo que la diversión y lo intrincado de sus puzles le den al jugador horas y horas de grandes momentos. Humanity hace que cada secuencia sea diferente, que ninguna repita esquemas y que en todo momento suponga un desafío al que enfrentarse, pero siempre con una solución sencilla para que no nos frustremos en exceso. No he podido parar de jugar desde que se lanzó en el servicio de PS Plus hasta conseguir su trofeo platino, y eso que también se ha lanzado muy seguido de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, pero ha servido de escape a las aventuras de Link en Hyrule. Humanity es una auténtica barbaridad.

 

Humanity

 

Humanity es un juego de puzles al uso. Nos dan un escenario en donde tenemos que conseguir llegar a la meta sorteando obstáculos y recogiendo pequeños coleccionables para completar el 100%. Pero la gran peculiaridad que tiene Humanity es que quiere contar algo, quiere contar una historia a través de sus mecánicas, a través de sus secuencias y a través de unos pequeños diálogos en donde se hablará sobre la humanidad y que sería de ella sin un guía que la oriente en una dirección y que pasaría si dejáramos a la tecnología orientarnos. Aunque lo que quiera contar pueda ser algo más intrascendente, es un juego que no solo va de resolver pequeños puzles sino de hacernos pensar en ese sentido y darnos un incentivo más. Pero es que el mayor incentivo son los propios puzles. En total hay como siete secuencias donde encontramos como diez puzles diferentes, todos y cada uno de ellos diferente, por lo que siempre tendremos que pensar bien y ver que es lo que podemos hacer con lo que tenemos. Y ese es otro de los grandes atractivos, que no siempre tendremos a nuestra disposición todas las órdenes.

 

Humanity

 

¡Ah! Que no lo he dicho, pero nuestro personaje es un perro que tiene que guiar a millones de humanos hasta la salvación u orientarles en el buen camino. Y es aquí donde entra nuestras órdenes. Casi siempre tendremos la más básica que es ir girando el sentido para donde andan, pero también tendremos para que salten, para que nos sigan o, en alguna ocasión, tendremos que colocar las órdenes y arrancar sin saber si lo que hemos hecho nos dará la victoria. Esto hace que muchas veces sea un poco ensayo y error, pero siempre es satisfactorio. Pero como he dicho, no siempre tendremos todas. Es que creo que en ninguna secuencia llegamos a tener todas, sino que van variando… ¡Y muchas veces solo tendremos un número determinado de ellas para hacer! Todo esto hace, como he dicho, que Humanity nos tenga en constante esfuerzo para sacar adelante la prueba. Pero siempre se va a poder hacer de una manera para llegar a la meta, aunque la dificultad aumenta si quieres conseguir el 100% del nivel y rescatar a las Goldy, unos muñecos dorados que nos desbloquearán skins para nuestros humanos (y que también serán necesarios para los trofeos del propio juego).

 

Y, si al pasaros el modo historia os quedáis con ganas de más, Humanity cuenta con una sección de niveles de la comunidad y de algunos desarrollados por nosotros mismos, por lo que la vida del juego es bastante grande (la campaña principal dura alrededor de unas 12 horas). Humanity es uno de esos juegos que cuando se anuncian parece que no va a llegar a ningún sitio, pero, que cuando le das la oportunidad, se queda contigo para siempre. Es una obra maestra de los juegos de puzles y uno de esos juegos que vale la pena probar. Hacedlo porque es increíble.

 

Analizada la versión de PlayStation 5.

Acerca de Christian Leal

Avatar de Christian Leal

Desde niño me apasioné por el séptimo arte, por ello decidí licenciarme en Comunicación Audiovisual, pero después amplié mis miras también hacía la pequeña pantalla en la que devoro, bebo y me alimento de series y cine. Mi vida podría resumirse en un guión de Aaron Sorkin dirigido por David Fincher o Michael Haneke.

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