Kaku: Ancient Seal

Kaku – Ancient Seal: Buenas ideas mal desarrolladas

Para hablar de Kaku: Ancient Seal antes hay que hacer un pequeño inciso sobre el estudio que está detrás de todo: Bingobell. Este estudio chino, que apenas contaba con experiencia previa más allá de un pequeño proyecto de realidad virtual, propone un juego que salta por completo a lo que habían desarrollado con un juego de mundo abierto, plataformas, exploración y combate. Posiblemente, Immortals: Fenyx Rising sea el juego que más se asemeja a la propuesta china, para tener un referente al que agarrarnos para poder entender qué es lo que hace el juego bien y mal. Y el problema es que Bingobell han querido imitar a juegos que cuentan con muchos más desarrolladores, más presupuesto y, en definitiva, muchos más recursos para sacar adelante una idea como la de Kaku: Ancient Seal. La historia gira en torno a Kaku, un joven que debe embarcarse en una aventura para recorrer tierras que, en el pasado, estaban divididas en cuatro zonas relacionadas con elementos naturales. Su objetivo es descubrir el origen de antiguas fuerzas que arrasaron su mundo y encontrar un modo de frenar aquellas que ahora amenazan con destruir el equilibrio y la paz.

 

Kaku: Ancient Seal

 

Así es como arranca una historia que no se aleja lo más mínimo de los estándares de lo que ofrecen los mundos abiertos y la acción en la actualidad donde, en muchos momentos, puede llevarnos a confusión según pasan las horas y vamos comprendiendo cómo funciona todo su mundo. Esta sensación se extiende a todo el juego, las buenas intenciones por parte de Bingobell no son suficientes para terminar con una ejecución irregular del mismo. Y es que ya, desde su acceso anticipado, el juego presentaba muchos problemas a la hora de plasmar todas las ideas que tenían en su cabeza los programadores. Pero aquí no han sabido encontrar la tecla precisa para modificar todo aquello que la comunidad les pedía para hacer que este juego fuera realmente disfrutable. Kaku termina siendo un compendio de ideas sueltas, piezas separadas que nunca llegan a encajar del todo. El combate, por ejemplo, se basa en agotar la resistencia de los enemigos con ataques secundarios para aprovechar sus momentos de debilidad y rematar con el golpe principal.

 

El plataformeo consiste en calcular bien los saltos, lo cual resulta más complicado de lo que parece, ya que no siempre es evidente dónde puedes aterrizar y el salto no es tan preciso como sería deseable. Los puzles como los que desbloquean torres y despejan el mapa, carecen de interés y suelen limitarse a resolverlos en pocos movimientos. Cada uno de estos apartados funciona solo a medias y, en conjunto, no logran formar una experiencia cohesionada, sino que se perciben como partes independientes sin un todo definido. Los combates menores, que podrían ser útiles como preparación para los jefes, resultan irrelevantes porque las mecánicas practicadas rara vez sirven en los enfrentamientos importantes, los cuales suelen ser monótonos y repetitivos, sin importar cómo desarrolles el árbol de habilidades.

 

Lo único que podría salvar algo a Kaku: Ancient Seal es su apartado visual, donde ofrece un trabajo algo más cuidado que el resto del juego. El juego es bonito de ver en sus escenarios y se nota que han puesto cariño en ello, pero un videojuego no es solo una bonita postal y hay que saber también utilizar unas mecánicas que ayuden al jugador a querer seguir jugando y explorando su mundo. Pero definitivamente el juego comete muchos errores que hacen que el resultado final no sea el adecuado. El rendimiento tampoco ayuda, ya que incluso en la versión final hay errores técnicos frecuentes en gráficos, interfaz o traducción, dando la impresión de que todo está diseñado por separado y ensamblado al final sin una visión conjunta.

 

En definitiva, Kaku: Ancient Seal se queda como una propuesta con potencial desaprovechado, incapaz de destacar en un género tan competitivo como el de los mundos abiertos. A pesar de sus buenas intenciones y algún destello visual, el juego no logra ofrecer una experiencia adecuada ni en lo jugable ni en lo técnico. Bingobell deberá aprender de estos errores si quiere que sus futuros proyectos puedan brillar y lograr un mayor impacto entre los jugadores.

 

Analizada la versión de PlayStation 5.

Acerca de Christian Leal

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Desde niño me apasioné por el séptimo arte, por ello decidí licenciarme en Comunicación Audiovisual, pero después amplié mis miras también hacía la pequeña pantalla en la que devoro, bebo y me alimento de series y cine. Mi vida podría resumirse en un guión de Aaron Sorkin dirigido por David Fincher o Michael Haneke.

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