Moroi se presenta como una propuesta atrevida y única. Con su premisa de cuento de hadas macabro y su humor negro distintivo, establece un tono intrigante desde el inicio. Ambientado en el extraño y retorcido infierno del Motor Cósmico, el jugador encarna a un prisionero amnésico cuyo objetivo principal es escapar y desentrañar los misterios de su pasado criminal y del bizarro entorno que lo rodea. La jugabilidad de Moroi se centra en combates frenéticos desde una vista cenital, donde hordas de no-muertos pondrán a prueba las habilidades del jugador, en unos combates realmente desafiantes. Además de este frenesí, los puzles que nos encontramos por el camino son desconcertantes, en donde no dudarán en utilizar soluciones grotescas e inusuales. Para llevar a cabo esta fuga, y desentrañar el misterio que hay detrás de todo, tendremos a nuestra disposición un variado arsenal con el que enfrentarnos a los no-muertos. ¿Te gusta personalizar tu personaje? Perfecto, porque aquí puedes cambiar tu brazo por un cañón o desatar el caos con una motosierra. Y si no fuera suficiente, cada vez que despaches a un enemigo con una ejecución brutal, te curas, así que hay que pensar bien cada movimiento.

 

 

La atmósfera de Moroi es surrealista y en constante mutación, diseñada para perturbar la cordura del jugador y ponerle en todo momento si lo que está experimentando es real o no. Los habitantes del Motor Cósmico, grotescos y excéntricos son personajes capaces de ayudar o entorpecer el camino hacia la libertad. Y aunque el humor negro está siempre presente, la calidad de la escritura es algo irregular. Vamos, que a veces no sabes si lo que estás viendo aporta a la historia o solo está ahí para escandalizarte. En ese sentido recuerda mucho a lo que pudimos vivir con la saga Manhunt, de Rockstar. En cuanto a los controles, es bastante complicado hacerse a ellos a las primeras de cambio, porque tenemos que estar en constante movimiento del personaje y de la cámara para poder atacar en condiciones, esto se vuelve mucho más complicado si juegas con mando, ya que tendrás que utilizar los dos joysticks para poder utilizar por completo las mecánicas del juego.

 

Más allá de su jugabilidad y narrativa, Moroi destaca por su estilizada dirección artística y su banda sonora inquietante. La estética visual, que recuerda mucho al expresionismo alemán y el surrealismo, utiliza una paleta de colores oscuros y contrastes marcados para crear una sensación constante de inquietud. Esta estética es complementada por una banda sonora que fusiona melodías disonantes con sonidos ambientales perturbadores, sumergiendo al jugador en la sombría realidad del Motor Cósmico. Todo esto hace que entremos de lleno en la propuesta del juego, siendo bastante interesante y que nos pondrá en alerta en todo momento, porque básicamente no sabemos lo que nos podremos encontrar en las siguientes habitaciones del juego. Además, en todo momento estarás con la cara descompuesta por todo aquello que estás viendo, otro punto a favor del juego, que consigue lo que se propone.

 

 

En resumen, si te gustan los juegos que te dejan con la mandíbula en el suelo y la mente dando vueltas, Moroi es una opción que no puedes dejar pasar. Imagínate enfrentándote a hordas de no-muertos mientras resuelves puzles con soluciones tan extrañas que te harán dudar si de verdad quieres saber cuál es la respuesta. Aunque los controles pueden ser algo complicados de entender en los primeros minutos, una vez te haces con ellos, ya nada podrá pararte para escapar de esta auténtica pesadilla.

 

Analizado en Steam (PC).