Sea of Stars es una auténtica pasada. Ya está. No voy a andarme con rodeos. Es aquello que los fans del RPG estábamos esperando desde hace tiempo. Desde que lo vimos en un evento de Nintendo a finales de año, el juego de Sabotage levantó el entusiasmo de los amantes de los RPG con un aroma a los grandes clásicos que iba desde los gráficos en pixel art hasta un sistema de combate por turnos que parece que, poco a poco, va desapareciendo de los rpg que van llegando al mercado. Ahora que Sea of Stars ha llegado a todas las plataformas es hora de dictar sentencia sobre que nos está pareciendo en sus primeras horas. Y, como he dicho al principio de este texto, es una auténtica pasada. Sabotage no solo consigue rendir tributo a clásicos como Chrono Trigger o Golden Sun, sino que sabe dotar a su juego de un alma propia, de mecánicas nuevas y de una historia de esas que te hacen querer avanzar todo el rato. Es una gozada pasear por su mundo, recorrer cada rincón y enfrascarte en unos combates realmente desafiantes.

Sea of Stars sigue la historia de Valere y Zale, dos niños que quieren convertirse en los guerreros del solsticio, y que son los únicos que pueden combinar los poderes de la luna y el sol para hacer frente a Flashmancer, un alquimista que lleva la oscuridad al mundo. Junto a ellos tenemos a Garb, su fiel amigo, que servirá de apoyo y support para superar la aventura. La historia, como muchas veces, empieza en un punto avanzado para ir contando poco a poco como nuestros héroes han llegado hasta el punto de que son ahora. Esto sirve como tutorial a todo lo que el juego nos va a ofrecer, en especial en cuanto a exploración y combate, pues son dos de los puntos fuertes del título. La ambientación, el pixel art y la forma en que se cuenta la historia es otro de los grandes puntos fuertes de Sea of Stars.

Me he sorprendido a mí mismo leyendo todo con atención, sin saltar diálogos y queriendo meterme de lleno en el mundo y la mitología que quiere introducir el equipo de Sabotage. Por eso me ha gustado mucho que todo personaje que nos encontramos en la aventura es susceptible de decirnos algo. Esto lo remarcó porque últimamente en muchos rpg las conversaciones estaban encorsetadas a quienes el juego quería que hablaras. Y me gusta porque soy ese jugador que habla con todo el mundo que se encuentra en su camino. Al final todos los personajes que están puestos tienen algo que contar y es un gusto hablar con ellos y saber qué es lo que tienen que decir.

Aparte de eso agradezco enormemente que su mundo, aunque está encorsetado a un camino que seguir, de la libertad para explorar cada zona, resolver puzles y encontrar, donde menos te lo esperas, cofres o algún que otro secreto. También puedes encontrar ingredientes para los diferentes platos que podremos preparar para usarlos en combate. Esto incentiva que cada rincón sea examinado y no quede nada sin mirar. Pero claro, esta exploración no es sencilla y los enemigos nos podrán en algún aprieto para conseguir ciertas cosas. Y aquí llega el otro gran punto de Sea of Stars: El combate.

El combate de Sea of Stars me ha fascinado. Es un sistema de combate por turnos clásicos y donde tendremos que prestar atención a muchos elementos que aparecen en pantalla para determinar la estrategia a seguir. Con esto me refiero a las debilidades de los enemigos, cuando usar un poder u otro y en qué momento utilizar las curas para que nuestro grupo no vea en pantalla el Game Over. Y es que el combate esconde muchas cosas y es de esos combates en los que no podremos mirar para otro lado. Hay nuevas variantes como el que si un enemigo nos va a golpear podremos desviar parte del daño pulsando un botón en el momento preciso o también nosotros asestar dos golpes si lo hacemos, al contrario. Esto hace que el combate sea más dinámico, pensemos bien la estrategia y podamos salir victoriosos. Eso sí, ya he tenido la primera rabieta con unos enemigos que se esconden bajo tierra e invocan a aliados para el combate y cuando me he querido dar cuenta estaba en un combate de 8 vs 3 bastante injusto. Pero bueno, al final esto solo hace que quiera volver a esa zona y derrotar lo más rápido posible a esos enemigos antes que invoquen. También tiene una mecánica que es combo. Cuando golpeamos o paramos el golpe el contador de combo se llena hasta tres barras y, dependiendo del combo que queramos usar, gastaremos más puntos o menos. Todo esto hace que el combate sea realmente espectacular.

Hacía mucho tiempo que no estaba tan enganchado a una aventura así, fresca, divertida y que, en muchos momentos, suponga un reto. Echaba de menos estos RPG de corte clásico, con su pixel art, una historia que cautiva y un combate que son una delicia. Quien tenga la suscripción a PS Plus Extra o Xbox Game Pass pueden disfrutar del juego dentro de esto. Quien no, recomiendo comprarlo, pues es un juego que no decepcionará para nada a los amantes de este género y puede servir de puerta de entrada a nuevos jugadores.