Meridiem Games nos hace rebuscar en el armario viejos calentadores y chaquetas con hombreras para volver a los 80 de la mano de The Pixel Pulps Collection, una curiosa antología de visual novels desarrollada por LCB Game Studio y publicada digitalmente por Chorus Worldwide Games.

Obra de los argentinos Nico Saraintaris y Fernando Martínez Ruppel, The Pixel Pulps Collection se compone de tres relatos independientes (pero conectados a través de una suerte de investigador que funciona como personaje recurrente) de carácter sobrenatural que juegan con el terror y el suspense. Para evitar spoilers innecesarios, nos ceñiremos a la sinopsis publicitada por Meridiem para cada una de las aventuras:

Mothmen 1966. Una pareja de jóvenes, el dueño de una gasolinera y un investigador paranormal se ven envueltos en una conspiración que tiene lugar en los límites de la realidad, donde rondan las criaturas de las pesadillas y acechan hombres misteriosos vestidos de negro…

Varney Lake. Verano de 1954. Tres amigos y unas vacaciones perfectas. Juegos, planes locos, abusones de los que huir… Hasta que se encontraron con el vampiro. ¿Qué pasó realmente en Varney Lake?

Bahnsen Knights. Tornado Alley, Estados Unidos, 1986. Ponte en la piel de Boulder, un agente infiltrado en la famosa secta religiosa de los Caballeros de Bahnsen. Enfréntate a ocultistas, tormentas bíblicas y un enigmático vendedor de coches convertido en predicador a medida que investigas la desaparición de tu amigo.

¿Por cuál empezar? No tiene mayor importancia. Nosotros, por ejemplo, empezamos con Bahnsen Knights, que cronológicamente es la última de las tres historias. Y el juego tampoco condiciona. Es más, al instalarlo en la consola (Nintendo Switch en nuestro caso) aparece cada una de las historias por separado, como si fueran juegos diferentes. Así pues, nuestra recomendación es que leáis las sinopsis y empecéis por aquella que más os llame la atención.

¿Y qué nos propone esta antología? El propio título de la misma es ya bastante indicativa: pixel pulps. Los desarrolladores nos proponen una experiencia afín a los modos pulp (literatura popular de tramas ágiles y dinámicas con un enfoque muy aventurero y misterioso) y con una presentación visual (pixel art y una limitada paleta de colores) que evoca a los tiempos de la Spectrum en aquellos primeros 80. Esto también se transfiere a la propia jugabilidad de los títulos, que se basan en la mecánica «elige tu propia aventura» (muy pulp también). Así, los relatos tardan muy poco en presentar sus misterios, que van narrando de forma lineal en una estructura por capítulos. En todos ellos hay momentos en los que debemos tomar decisiones que, en el mejor de los casos, nos acercarán al desenlace óptimo, pero que en el peor de los mismos, llevarán a nuestro personaje (y a nosotros) a la muerte.

Por esto mismo, el juego -en concreto Bahnsen Knights- nos aconseja guardar la partida siempre que podamos (hay, además, varios espacios de guardado) para no echar por tierra nuestros avances por culpa de una mala decisión… o para repetir cierto segmento si queremos cambiar nuestro destino y probar otras opciones. En esencia, pues, esta Pixel Pulps Collection funciona como una visual novel. Tiene, sin embargo, pequeños minijuegos (nada enrevesados) que aderezan los capítulos y le dan una siempre agradecida variedad a la propuesta. Aunque tampoco es que nos dé tiempo a aburrirnos. Cada una de las tres aventuras nos puede llevar en torno a las dos horas, a lo que hay que añadir el tiempo que tardemos en explorar otras decisiones para descubrir nuevas secuencias o lo que nos lleve (si somos completistas) desvelar las galerías y otros secretos.

Siendo las tres de un corte muy similar (centradas en misterios sobrenaturales), cada una de las aventuras tiene su propia atmósfera que se ve ya no solo por la temática, sino por el color predominante en las mismas. Bahnsem Knights, por ejemplo, que alude a las sectas y temibles cultos, tiene en el rojo su sello. Mothmen 1966, el relato más sci-fi de los tres, evidentemente se apropia del color verde. Por último, con la noche y vampiros de por medio, Varney Lake acude al azul para formar su personalidad. Existen otras diferencias que hacen que, aunque la base jugable sea la misma, cada aventura se sienta diferente. Mothmen 1966 y Varney Lake, por ejemplo, tienen a varios protagonistas, mientras que en Bahnsem Knights nos ponemos en la piel de un único personaje. Así mismo, la aventura vampírica transcurre en dos tiempos distintos, llevando a sus personajes a revivir momentos de su pasado y comprobar las consecuencias en el presente.

La simplicidad de la propuesta, consistente en texto plano sobre ilustraciones pixel art, ya sean animadas o fijas y un apartado sonoro enfocado a acompañar las escenas, no hace sino envolver tres historias de aroma clásico, muy deudoras de aquella serie B ochentera que convertía la visita al videoclub en todo un ritual, pero también de algunos hitos generacionales (es imposible no pensar en Cuenta conmigo cuando arrancamos nuestro viaje en Varney Lake), que saben desenvolverse estupendamente en los códigos del misterio y el fantástico y que transmiten interesantes reflexiones en torno a la condición humana y sus contradicciones. Algo que, por otra parte, también es muy común a las buenas ficciones de género.

Disponible para todas las plataformas en formato digital, Meridiem Games distribuye The Pixel Pulps Collection en formato físico para PlayStation 5 y Nintendo Switch en una «Special Edition» que incluye una funda especial, un cromo holográfico diferente para cada plataforma y una entrada exclusiva para descargar portadas alternativas. Y sí, llega totalmente localizado al español.

Analizada la versión de Nintendo Switch.