Lo primero que debemos tener en cuenta de Tormented Souls 2 (cuya edición física para PS5 distribuye Meridiem Games) es que se trata de una secuela directa, es decir, para disfrutar de su historia y sumergirnos en ella es recomendable conocer los acontecimientos desarrollados en la primera aventura. A diferencia de las franquicias clásicas que pretende emular, como Resident Evil o Silent Hill, aquí repite protagonista y la historia continúa de manera lineal. Pongamos el ejemplo de RE, el contexto o background era común al original y su secuela, pero no así sus protagonistas y la trama que les envolvía, de tal manera que podías adentrarte en RE2 sin conocer el primero. En la práctica funcionaban como dos aventuras independientes.
¿Entonces esto perjudica a Tormented Souls 2? No necesariamente, pero es un detalle a considerar si queréis lanzaros a esta nueva entrega sin haber jugado a la original, haciéndose recomentable -al menos- haber investigado sobre sus grandes hitos. Y si decidís entrar en Tormented Souls 2, ¿qué os vais a encontrar? Tanto una carta de amor a los survival horror clásicos, como una notable mejora respecto a la primera entrega, en todos sus apartados.
Esto también es importante, porque si se os atascan la resolución de puzles o la gestión de inventario limitado y el sistema de cámaras fijas (aquí dinámicas, pues según la estancia y la posición de nuestra protagonista en la misma, la cámara propone un movimiento «cinematográfico» como el paneo o el traveling) os saca de la atmósfera, este no es vuestro juego.
Los chilenos de Dual Effect repiten su fórmula de éxito y trasladan las señas de identidad del survival horror de finales de los 90 en una propuesta de nicho (como Signalis o Daymare) pensada para hacer las delicias de nostálgicos y -¿por qué no?- abrir todo un mundo a los nuevos jugadores del género. En total, 15 horas de juego en una primera partida (que serán más si queréis sacar tanto el final bueno como el malo) que cuenta con dos niveles de dificultad de base, el fácil o asistido y el normal. Hay una tercera opción, el modo difícil o Tormento, que se desbloquea al completar la partida por primera vez.
Siguiendo con el ejemplo de los dos primeros Resident Evil, el salto cualitativo es similar entre el juego original y esta sercuela, mejorando no solo las mecánicas, jugablidad o apartado técnico, sino expandiendo el escenario de forma considerable, apareciendo diferentes localizaciones y alternando entre interiores -su mayoría- y exteriores.
El salto se aprecia desde el primer momento en el apartado visual. Obviamente no estamos ante un triple A, los recursos son más escasos, pero se les saca mucho provecho. En este tipo de aventuras hay dos elementos indispensables para lograr la inmersión y el estado de tensión ideal para el disfrute sufriente de los jugadores: la iluminación y el sonido. Y en ambos aspectos Tormented Souls pone bastante mimo, hasta el punto de que es recomendable jugar a oscuras (o al menos sin ninguna luz cerca de vuestra pantalla) para ver lo que hay ante nuestros ojos. Cuando una estancia es oscura, lo es de verdad. Respecto al sonido este es profundamente inmersivo en sus detalles y efectos. Si sois aprensivos, no juguéis con auriculares.
Como es habitual en este tipo de propuestas, la disposición de cámaras fijas puede jugarnos malas pasadas, sobre todo hasta que nos habituamos al cambio de dirección de nuestro personaje dependiendo del cambio de plano; pero en términos generales disfrutamos de una experiencia mejorada a los mandos. El control de Caroline, la protagonista, es mucho más cómodo, no se siente tan rígida y pesada. Sus movimientos son más ágiles y fluidos. Peca también de ciertas imprecisiones al querer situarnos frente a un punto de interacción concreto o en el combate, que sigue siendo uno de los puntos más flojos del juego (en parte porque los enemigos continúan siendo esponjas de vida); pero insistimos en la evidente mejora respecto a su predecesor. Aquí por ejemplo destaca la inclusión de un acceso rápido para el equipamiento, que facilita bastante la vida en inesperados momentos de acción.
El punto fuerte, sin embargo, y el aspecto que hará que no queramos soltar el mando hasta completar la aventura, descansa en su sistema de puzles. Si la memoria no nos falla hay un total de 68 puzles, en su mayoría mucho menos crípticos y más lógicos que los de la primera entrega. En general están diseñados de una manera bastante orgánica. Requieren, eso sí, de prestar atención al entorno y no pasar por alto los objetos que vamos añadiendo al inventario y las notas y documentos con los que nos vamos topando en nuestro viaje. En este punto se hace también indispensable el backtracking, aunque por suerte no llega al punto de ser tedioso o frustrante.
Tormented Souls 2 es, en resumen, una apuesta segura para cualquier amante del survival horror de corte clásico. Adolece de ciertos maniqueísmos y saltos de fe en el desenvolver de su historia, pero lo suple con una excelente ambientación y una propuesta jugable (sobre todo en lo que respecta a sus puzles e investigación) a la altura de los indispensables del género.
Analizadas las versiones de PlayStation 5 y PC (Steam)

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