«Te lo diré a ti y sólo a ti«

Paul Tobin y Colleen Coover se llevaron en 2013 el Eisner al Mejor Webcómic (este año le ha tocado al todopoderoso Oatmeal) y lo lograron a través de la publicación de una historia sencillita, sin grandes alardes, pero con una candidez y una alegría ocultas que derritieron los corazones de quienes tuvieron a bien darle una oportunidad a Bandette. Tobin y Coover se arriesgaron con un estilo que llevaba al lector a otra época y otra manera de entender la viñeta y no sólo salieron airosos, sino que además contribuyeron a agrandar la reputación de MonkeyBrain Comics, la editorial online que ha decidido apostar firmemente por el cómic digital en Estados Unidos y que entre sus más de cincuenta títulos cuenta con el laureado Masks & Mobsters.

Pero, ¿qué es Bandette? El título hace referencia a una suerte de Lupin III en femenino y de una ciudad cuyas inspiraciones no cuesta identificar. Es más aún, Bandette es un alter ego sin ataduras ni restricciones que le da a un personaje, cuya identidad secreta no necesitamos ni saber, una pizca de pimienta más que necesaria en la vida gris que nos obligan a vivir las normas y las convenciones. Bandette es libertad pura y dura, es evasión y es desenfado. Es la inocencia que dejamos largo tiempo atrás y que Tobin y Coover se han empeñado en hacernos recuperar.

Y es por eso que merece la pena dejarse atrapar por los guiones sencillos del autor y por el delicioso dibujo de la artista, porque necesitamos personajes como Bandette, que nos recuerden de vez en cuando que debemos echar el freno y disfrutar un poco más de la vida. No robando ni enfrentándonos a misteriosas villanas vestidas de torero, pero sí con las pequeñas cosas y con el tiempo pasado junto a los amigos.

Bandette #1: Presto!

«¡Entonces declaro comenzada la gran carrera de robos!«

Aleta hace una apuesta bastante seria aquí y esto es algo digno de aplauso. La editorial se trae a España un cómic premiado, sí, pero también de muy fácil acceso vía online (5-6 capítulos que en la web de la editorial americana nos salen a un dólar cada uno). También es cierto que la edición en papel tiene las ventajas de contar con un surtido de extras muy goloso y con una edición cuidada en cartoné de acuerdo con la calidad de lo que el producto esconde en su interior. Pero sigue siendo arriesgado traer en papel lo que la generación de vagos crónicos que somos puede conseguir por otras vías.

¿Podría haber traído Aleta Bandette en formato digital? Podría. Pero, ¿a qué plataforma? ¿Y cuánto haría tardado el personal en comenzar a colgarlo en sus webs en pdf? Una reflexión que me provoca la lectura de este maravilloso cómic es que a España aún le queda un largo camino por recorrer en el terreno digital (nuevos canales de distribución, precios más competitivos, impuestos menos asfixiantes…) si queremos llegar a disfrutar de joyas como esta en su formato original sin menospreciar al autor por el camino.