Cartel de '71

’71: No hay salida


Yann Demange se estrena bien en las lides de la dirección. Se inmiscuye en una temática ya tocada por varios cineastas y consolidada en nuestra conciencia europea: la enjundia de Irlanda del Norte. Jim Sheridan, Paul Greengrass entre otros y ahora él. Pero el realizador novel lo pone por detrás como suculento telón de fondo, y sin inmiscuirse demasiado en los problemas políticos.

 

Como testigo –mejor dicho, víctima– pone a un joven soldado británico que se queda atrapado en un barrio conflictivo de Belfast. El chaval recorrerá una propia bajada a los infiernos en unas pocas horas.

 

Jack O'Connell

Jack O’Connell es el protagonista de ’71


 

Demange no es en absoluto un remilgado pero no llega a incomodar como hacía Steve McQueen en Hunger. Deja hueco para las emociones que vierte en las familias o en las personas anónimas que se rebelan contra el ejército o contra las injusticias que hay en la salida de su portal.

 

’71 arranca dando pistas de lo que le depara al espectador: tras una pelea en un cuartel no tarda en meterse en harina, y de los tintes bélicos pasa de forma rápida y ágil al género que pertenece: el thriller. Sin confundir al espectador, el director esquiva el rifirrafe político y se enfoca en poner el foco al sinsentido de las luchas. No se posiciona en ninguno de los bandos. Pese a su trasfondo social él se ha centrado en hacer un drama solvente.

 

El montaje y la dirección de fotografía hacen que el callejeo del protagonista sea oscuro, angustioso y sin puntos de fuga. El operador Tat Radcliffle ha sabido incrustar un fondo de drama dentro de los patrones del thriller. La situación de incertidumbre es la que empuja la narrativa. El guion es parco en palabras, las justas para conocer (y no sobrecargar) la trama.

 

Jack O'Connell

Jack O’Connell es el protagonista de ’71


 

No sólo es gracias a la parte técnica, la interpretación ayuda mucho en enseñar tal desenfreno. Y casi todo gracias a su protagonista.

 

Si ya hubo realizadores que han tocado Irlanda, no son pocos los actores que han sufrido el conflicto en ficción, y en diferentes décadas: Daniel Day-Lewis, Liam Neeson, hasta Brad Pitt. Ahora es el turno de una nueva promesa, Jack O’Connell, un inglés que ya se ha puesto a las órdenes de Angelina Jolie en esa extensa biografía nimia llamada Invencible. La rabia que se guardó en aquella ahora la expulsa y con exceso de adrenalina hasta agotar fuerzas dando vida al soldado Gary Hook. En una noche el recluta se enfrenta a la barbarie humana sin poder hacer nada, impotente ante las atrocidades que ve.

 

Demange ha sabido anexionar todos los elementos narrativos y hacer un relato con varias lecturas y con pulso trepidante y fluido. Empieza con buen pie.

Acerca de María Aller

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Madrileña. Comunicadora. Periodista. Sagitaria. Bonne Vivante. Cine. Y festivales, series, libros, cocina, deporte... recomiéndame!

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