RoboCop (2014): Tiempo de venganza

RoboCop (2014)

RoboCop (2014)

Título Original: RoboCop

Director: José Padilha

Guión: Joshua Zetumer

Reparto: Joel Kinnaman, Gary Oldman, Michael Keaton, Abbie Cornish, Samuel L. Jackson, Jackie Earle Haley, Michael K. Williams, Jennifer Ehle, Jay Baruchel, Marianne Jean-Baptiste

EEUU / 2014 / 108′

Productora: Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) / Columbia Pictures / Strike Entertainment

En esta fiebre del remake que vivimos en los últimos años Paul Verhoeven parece haber comprado todos los boletos para ver reinterpretada su obra a los poco exigentes ojos del s. XXI. Primero fue Desafío Total (Len Wiseman, 2012) y ahora RoboCop (José Padilha, 2014). ¿Veremos pronto una revisión de Showgirls (1995)?…

En esta fiebre del remake que vivimos en los últimos años Paul Verhoeven parece haber comprado todos los boletos para ver reinterpretada su obra a los poco exigentes ojos del s. XXI. Primero fue Desafío Total (Len Wiseman, 2012) y ahora RoboCop (José Padilha, 2014). ¿Veremos pronto una revisión de Showgirls (1995)?

Centrados en esta adaptación para todos los públicos (vale, PG-13) escrita por el debutante Joshua Zetumer, lo primero por lo que tenemos que alegrarnos es por el esfuerzo del equipo para ofrecer un producto diferente al original, un film que marca su propio rumbo y objetivos. Hasta ahí, bien. Es lo mínimo que se le debe exigir a un remake, que vaya más allá de la burda copia y tenga identidad propia. Pero si esta renovación implica vaciar de todo contenido la obra es que las cosas no se están haciendo de la forma correcta. Y esto es lo que le sucede al film de José Padilha.

Abbie Cornish y Joel Kinnaman en RoboCop (2014)

Conectando la cinta con títulos coetáneos, lo que arranca como una suerte de reverso violento de Her (Spike Jonze, 2013) (entiéndase por el debate que plantea sobre ¿qué significa ser humano? o la soledad que siente el protagonista, consciente de su condición única, que trasciende a una humanidad orgánica y una robótica carente de alma) acaba convirtiéndose en una vuelta de tuerca a la franquicia Venganza (Pierre Morel, 2008 / Olivier Megaton, 2012) en plan «Venganza 2019» (año en que se sitúa nuestra historia). Solo faltaba ver a Liam Neeson haciendo un cameo.

Así, nos encontramos ante un film sobre venganzas. No es cuestión de pedirle la mordiente y la mala baba del film de 1987, pero sí un mínimo de carga crítica. RoboCop carece de cualquier tipo profundidad intelectual más allá de una nada sutil sátira hacia la sociedad protofascista a la que se empeñan en enviarnos ciertos sectores de la Opinión Pública y medios de comunicación. Es aquí donde se plantea uno de los temas de los que hacia gala su referente: libertad Vs. seguridad. Pero también se diluye en esa incansable cruzada personal de Alex Murphy contra todo aquel que le ha destrozado la vida. Bien es cierto que el film fue víctima de algunos reshoots (y seguramente de las injerencias de unos ávidos productores), por lo que el director del documental Ônibus 174 (2002) o de Tropa de Élite (2007) no ha podido llevar a cabo, con toda certeza, la visión que tenía de la historia. O eso es a lo que nos agarramos. Aunque claro, atendiendo al público al que va dirigida la película (jóvenes y post-adolescentes consumidores salvajes de videojuegos y clips musicales), se puede llegar a entender alguna de las decisiones respecto al discurso que toma el film.

Joel Kinnaman en RoboCop (2014)

Lo que es innegable es que RoboCop es una película muy entretenida (quizás se podría haber aligerado, por ejemplo, alguno de los airados discursos de Samuel L. Jackson) que se beneficia de un atractivo cast («beneficiado» a su vez por unos personajes planos, con motivaciones y desarrollos poco matizados) y de cierta nostalgia hacia el material original (atentos a los créditos iniciales y a la escena final) para convencer a los espectadores menos exigentes o a quienes vayan con las expectativas bajas. Joel Kinnaman se revela como una acertada elección para sustituir al mitificado Peter Weller. Tenía una papeleta complicada, más aún cuando no termina de quedar claro quien es el villano de la función. Cada vez que habla este RoboCop sube el pan y le salen enemigos de debajo de las piedras. La estructura narrativa que sigue la película es más cercana a la de un videojuego con sus diferentes misiones y jefes finales que a la de un thriller de acción.


RoboCop (2014) es, en definitiva, un quiero y no puedo que se toma demasiado en serio a sí misma.

Preguntas lanzadas al aire una vez vista la película: ¿Por qué parece que Jackie Earle Haley ha salido del casting de Elysium [Neill Blomkamp, 2013]? ¿Era necesario descuartizar el cuerpo de Alex Murphy cuando solo había perdido un brazo y una pierna? ¿Y por qué conservar una mano? ¿Los peinados estrafalarios de Samuel L. Jackson cuando hace de villano vienen por contrato? ¿Alguien no lo ha gozado con la disputa entre Batman [Michael Keaton] y Jim Gordon [Gary Oldman]?

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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