En cuanto me he enterado de que nuestro bienamado jefe iba a tener el placer de conocer a Roland Joffé no he podido resistir la tentación de pedirle que le pregunte por probablemente su «mejor» película, pese a que el no fuera (o no quisiera) acreditado por ella.
Feliz 25 cumpleaños machote.
«Mario Brothers: No hay avería pequeña»
Hay videojuegos que piden a gritos una adaptación cinematográfica. Todos tenemos algunos en mente (Starcraft, a mi me encantaría) Sin embargo, hay otros que no. Es más, hay otros que piden a gritos no tenerla. Nadie quiere ver una adaptación al cine con personas reales de Sonic, Pac-man, el Pong… Y tampoco de Mario Bros.
No es eso lo que debieron pensar, allá por 1993, los señores Parker Bennett (guionista de Playboy), Terry Runte (que murió un año después… agh!) y Ed Solomon (guionista de Los Ángeles de Charlie en 2000) ya que entre los tres escribieron un guión que haría que Shigeru Miyamoto (creador de nuestro bigotudo amigo) se golpeara repetidamente la cabeza contra alguna pared (de hecho llegó a decir en su día que «habría sido más divertida si no hubieran forzado la temática del videojuego«).
«Yo soy Luigi Mario y él es Mario Mario»
Vayamos por partes y ocupémonos del reparto:
En 2007, en una entrevista dijo lo siguiente: «¿Lo peor que he hecho en la vida? Super Mario Bros«.
¡Cuidado con Luigi, que es muy chungo!
Por lo menos tiene un look regio inigualable.
Esta mujer no sale en una de las películas de Harry Potter porque exigió un dinero acorde a su prestigio… Hubo risas.
«Genial. Un edificio con pie de atleta»
Versión muy resumida del argumento: El meteorito que hace millones de años cayó sobre La Tierra no mató a los dinosaurios sino que los desplazó a una dimensión alternativa llena de hongos. Koopa quiere volver a fundir las dos dimensiones, pero para ello necesita un fragmento del meteorito que lleva la princesa Daisy al cuello (exiliada en nuestra dimensión y estudiante aplicada de Arqueología en Brooklyn).
«Autorizado el uso de fuerza innecesaria»
En fin. La película es un desfile de despropósitos que, en el fondo, terminan haciéndote bastante gracia. No es una película tan mala que resulte aburrida. Por el contrario, resulta bastante divertida para ver con colegas y comparar con el videojuego. Me hacen especial gracia los Goombas, que pasan de ser así:
¡Qué gusto da pisarlos!
A ser así:
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