No puedo decir nada positivo de esta película. Y es que no entretiene, ¡señores! No entretiene. Como sabemos, no sólo bastan buenos jugadores para ganar, también se necesita de un gran técnico, un entrenador que sepa lo que se hace, que sepa sacarle a los jugadores todo el jugo. Aquí no ocurre eso. Si bien Josema Yuste y Florentino Fernández han tenido éxito en sus respectivas ocasiones y por separado, juntos parece que la cosa no funciona. Podría funcionar; sí, pero no así. No con múltiples gracias, en forma de patrañas; gracias, por llamarlas de alguna manera, porque sólo en tres ocasiones me reí.
La película no es divertida, y no es que la salve, pero la aparición del Chiquito de la Calzada es lo mejor que se puede ver. Y es que el director Álvaro Sáenz de Heredia parece que tiene especial predilección por este personaje, que a mí, particularmente, me sigue haciendo gracia.
Por si fuera poco la copia que nos mostraron tenia fallos de luz y etalonaje; espero que esto se solucione de cara a su estreno, y así ganar algo de profesionalidad.
La venganza de Ira Vamp está basada en la obra de teatro Una pareja de miedo, interpretada también por ambas estrellas, y esta, a su vez venía de la obra inglesa The Mystery of Irma Vep del autor Charles Ludlam. En palabras de los propios actores, resultó largo y algo duro trasladar la obra inglesa a nuestro país. No dudo que la obra de teatro tuviera éxito, ya que si no su adaptación tendría menos sentido todavía. Además estuvo más de tres años en escena en la capital española.
Tanto Josema Yuste con su compinche «Flo» interpretan dos personajes, que están bien ensamblados cuando coinciden en pantalla. El más característico es Nicodemus, el mozo de la cuadra, interpretado por Florentino Fernández. El resto no dejan de ser los típicos personajes de una mala comedia. Y la verdad que no sé que pinta la narradora, no aporta nada. Además del ya mencionado Chiquito, también es grato ver en pantalla a Mireia Canalda, de muy buen ver.
La película se hace larga, muy larga. Al parecer el 80% de los gags que aparecían en la obra de teatro se han mantenido en la gran pantalla, aunque se han cambiado acciones, personajes, etc. todo ello necesario para cambiarlo de medio. La obra de teatro triunfó, pero en cine, me parece que será otro castañazo. Y es que esta película no aumenta el nivel de nuestro séptimo arte. Nos reafirma en que el cine español está a años luz de otros países, y no es por ser comedia, ya que hay comedias muy buenas.
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