Gainax es el estudio japonés de animación referente para toda una generación. Su obra más popular, Neon Génesis Evangelion, cambió para siempre el estilo de contar historias en el anime, e influyó a decenas de creadores, tanto de Japón como del resto del mundo. Además, aparte de sus obras audiovisuales, su historia interna ha estado llena de luces y sombras tan peculiares, que han hecho aumentar el mito que rodea a Gainax.
David Heredia Pitarch, que ya nos había traído otro libro teórico llamado ANIME! ANIME! (DIÁBOLO EDICIONES S. L. 2016) nos relata la historia de la compañía de manera objetiva, en orden cronológico, y mezclando términos técnicos propios de la animación con una narración coloquial que llega a todo el mundo.
El hombre tras los robots
La historia de Gainax tiene como protagonista absoluto a Hideaki Anno, cabeza visible del estudio y uno de los creativos más importantes de la animación japonesa de los últimos 20 años. El libro arranca en la juventud de Anno a finales del siglo XX, y nos cuenta su pasión por el cine y la televisión, y sobre todo por desentrañar sus técnicas y ser capaz de repetir en su propia casa, con pocos medios, lo mismo que ve en la pantalla.
Más interesado en su posible futuro audiovisual que en los estudios, comienza a reclutar a otros enloquecidos del cine y la animación para preparar pequeñas piezas amateur que presentar a distintos eventos.
Tras muchos ensayos y errores de autodidacta, llega el punto de inflexión en la vida de Anno: Los festivales Daicon, donde sus piezas de animación supusieron una revolución y lo más comentado del evento durante varias ediciones. De ahí surgen sus primeras colaboraciones con empresas importantes, que llevarían a la formación de Gainax.
Complaciendo al fan
Posiblemente la característica más importante en la historia de Gainax sea su proximidad al fan. Hideaki Anno supo ver que en la época de los años 80 las empresas de animación japonesas vivían ajenas a las inquietudes de los seguidores, ofreciéndoles adaptaciones de mangas populares o creando historias generadas en fríos despachos. Gainax estaba fundada por fans jóvenes, así que sabía lo que el público joven del momento buscaba, y lo convirtió en señas de identidad la empresa. Esto incluye: historias más profundas y complejas, escenas de acción con animación de calidad, personajes especialmente carismáticos de los que comercializar infinidad de productos, y un toque de erotismo bastante celebrado.
Gainax pone en práctica todo lo anterior generando obras de calidad, aunque no siempre respaldadas por la audiencia debido a la rareza de alguna de ellas, hasta que en 1995 llega el que sería su gran éxito: Neon Genesis Evangelion.
Evangelion es el producto estrella de la casa incluso a día de hoy; una historia apocalíptica con combates de robots gigantes llamados E.V.A., con un trasfondo psicológico y referencias a la religión cristiana. Una locura a priori, que funcionó tanto en oriente como en occidente y consolidó al estudio.
A partir de aquí, todos los componentes que hacen grande a cualquier historia: problemas personales internos en el equipo de Gainax, creación de estudios paralelos, problemas económicos alarmantes, depresiones creativas y experimentación de nuevas vías.
David Heredia Pitarch nos ofrece un compendio de la historia de Gainax tan detallado, y de lectura tan sencilla, que va a ser complicado encontrar un libro mejor en nuestro idioma sobre la materia. Una obra necesaria para todo aquel seguidor de Gainax, y del anime en general, que se esté planteando si merece la pena o no. ¡No te lo pienses más y súbete al E.V.A.!
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