«¡Eso es! ¡Provoquemos una guerra!«

Corría el año 1993 cuando se puso a la venta el primer número de Dragon Fall. En él, los autores Nacho Fernández (El Supergrupo) y Álvaro López parodiaban con una mezcla de humor absurdo, detalles freaks y mala baba en general la mítica serie de Akira Toriyama. Tres años después aparecería B3, de David Ramírez, una historia con un humor muchísimo más gamberro (e incluso soez) que lograría, como la anterior, que quien os escribe llorase de la risa en el suelo de su habitación.

Veinte años han pasado desde el 93 y muchos cómics han visto la luz inspirados en esta terna de autores. A los dos primeros les siguen saliendo imitadores a día de hoy (los Cabezones) con bastante poca, si no nula, gracia. Tras Ramírez, han ido apareciendo multitud de tebeos que se quedan con la parte genital de su cómic olvidando el guión y los gags. Sin embargo, ahora llegan Josep Busquet y Roc Espinet y me descubro a mí mismo rememorando los cómics de humor de mi adolescencia a la par que trato evitar partirme de risa con un tomo que bien vale su peso en oro.

«Confiad en ellos y pagad los impuestos que declaren con alegría«

Consejo Real retrata con enormes dosis de sarcasmo a los cinco miembros de la Guardia Real de Brekemburgo, reconvertidos por circunstancias de la vida en los consejeros y administradores de las finanzas del joven retoño de su recién fallecido rey. Muchas de las situaciones que nos encontramos en las poco menos de cien páginas de este libro son extrapolables a nuestra realidad actual y, precisamente por ello, resulta aún más divertido leer y releer las viñetas de esta pareja de guionista (Busquet) y dibujante (Espinet). El cómic habla sobre la corrupción que entraña el poder y el alejamiento de la realidad que lleva asociada la pertenencia a una clase social apartada del pueblo llano, pero lo hace a través de chiste tras chiste, de llevar a los personajes a las situaciones más absurdas posibles y de mostrarnos cómo los más astutos planes se pueden estrellar contra el muro de estupidez que tanto gusta en demostrar la especie humana.

Y es que no hay héroes en Consejo Real… ni villanos al uso. El tebeo de estos dos barceloneses, al igual que hacen publicaciones como El Jueves o El Mundo Today a su manera, no hace más que servir de espejo deformante de la realidad que vivimos en el día a día: la imagen que vemos en el cómic puede no ser la nuestra propia exactamente, pero el reflejo sigue ahí, bajo los disfraces y las bromas. Políticos deshonestos frente a un Consejo Real corrupto e interesado en provocar un conflicto que enriquecerá a unos pocos a costa de otros muchos. Un pueblo que se contenta con pagar los impuestos y admirar a la realeza en pedestales tan altos que uno no es capaz de distinguir la mueca de figura que a ellos se encarama frente a una sociedad idiotizada que admira a falsos ídolos del deporte, la moda o el cotilleo…

El trabajo de Espinet, sin llegar a la sencillez de líneas de B3 o Dragon Fall, se vale de una serie de personajes fácilmente identificables y de enorme expresividad para apoyar los guiones de su compañero Josep, quien demuestra ser un gran conocedor de las bromas recurrentes (sin llegar a la extenuación) así como del humor más fino que se esconde tras las mamarrachadas de los personajes que decoran las páginas de esta historia. Da gusto encontrarse de vez en cuando obras como esta, que sorprenden en cada página y se leen de una tirada.