«Decidme que pare si ya os han contado este chiste…«

En el segundo número de la edición española de Batman Tony S. Daniel (conchabado con el gran autor de Batman que ha demostrado ser Scott Snyder) le arrancó la cara a Joker. De repente teníamos al Muñequero haciéndoselas pasar canutas a nuestro héroe mientras el Príncipe Payaso del Crimen se escapaba a hurtadillas dejando tras de sí un macabro regalo para su querido ‘Bats‘ que dejaba a las claras su intención de regresar en algún momento y el hecho de que no habría manera de reconocerlo. El Joker buscaba su propio renacer y eso dicho por el único villano de DC sin un pasado claro ni unas motivaciones que vayan más allá de provocar el caos y la destrucción es bastante siniestro.

Más tarde, en un capítulo final de Tácticas Intimidatorias bastante curioso, James Tynion IV nos regaló una historia corta oscura y simpática que, sin embargo, terminaba borrándonos la sonrisa del rostro con tres últimas viñetas que nos recordaban que podíamos estar muy a gusto leyendo La Noche de los Búhos (el arco argumental de 2012 en Estados Unidos), pero que 2013 iba a ser el año del enemigo por antonomasia del alter ego de Bruce Wayne. Joker ha estado desaparecido durante un año entero y nadie, excepto Scott Snyder y Greg Capullo, sabe qué demonios ha estado haciendo durante este tiempo. No sé a vosotros, pero a mí eso ya basta para asustarme.

«Debimos haberlo visto venir…«

Los tomos 12 y 13 de la edición española son los que nos traen de vuelta al Payaso. ¡Y qué vuelta! Ya sea en la comisaría o en el embalse de Gotham, Joker se muestra siniestro y mundano, divertido y terrible, y hace que nosotros, las pobres víctimas/lectores caigamos rendidos a los pies de un personaje inmortal en el papel, en la pantalla y en el imaginario colectivo. Porque el Joker no es sólo la perfecta némesis de Batman (el caos que descalabra al orden absoluto) sino que es un oscuro reflejo de nuestras almas, de los monstruos que podríamos llegar a ser si no nos contuviéramos dentro de lo socialmente aceptable.

El nuevo Guasón (como lo llaman en parte de Latinoamérica) es un punto más desquiciado, una pizca más cruel y macabro y ha aprendido de su larga relación con el Caballero Oscuro. Para personajes con una estrecha relación con él, como puede ser Harley Quinn, este cambio no ha pasado desapercibido y veremos en qué desemboca (con la que montó la chiquilla cuando dejó de lado el Ecuadrón Suicida para buscar a su ‘amorcito’). Snyder se ha contenido durante mucho tiempo antes de poner sobre la mesa la que él considera su mejor historia sobre el Hombre Murciélago y ahora se dedica a regodearse en nuestro desconocimiento y nuestras ansias por saber hacia dónde va a conducir tanta locura.

«… Y ahora mismo ese psicópata le tiene en su poder«

La intención de estos dos tomos es claramente introductoria y, como acompañante perfecto (y sin que sirva de precedente teniendo en cuenta la organización que ECC le ha dado a los cómics de Batman) tenemos aquí los números 13 y 14 de Detective Cómics. En ellos John Layman toma el relevo de Tony S. Daniel (que se va a Superman) como guionista y se centra en contarnos historias de la Gotham que acaba de sobrevivir al ataque de los Búhos y ya tiene que lidiar con un villano aún más tenebroso.

Luchas por el corazón de Gotham contra el Pingüino o Hiedra Venenosa, nuevos villanos y los matones de siempre metidos a guías de los bajos fondos… Gotham es una ciudad dura y repleta de vida que Layman está dándonos a conocer a través de entretenidos relatos cortos que sirven de puente entre los capítulos de la Muerte de la Familia. Por lo menos en los países de habla hispana, aunque no seré yo quién se queje por poder disfrutar de ambas colecciones sin tener que elegir entre ellas y con la comodidad de saber que me las van a servir bien ordenadas. Para mi disfrute… Perdón, NUESTRO disfrute.

«¡Creo que la organización le quita casi toda la gracia al crimen!«

Las portadas van a ser otro de los puntos fuertes de esta saga. Sólo hay que ver las que acompañan a este artículo (y eso que ECC no se ha atrevido a poner la minimalista y estupenda versión estadounidense) para descubrir que Batman ha dejado de ser el protagonista de su propia serie para cederle el foco al showman más sanguinario de todos los tiempos.

Nos enfrentamos a unos cinco meses de historias que van a afectar a todo el microuniverso del Cruzado de la Capa y que ya han cosechado abundantes alabanzas en su país de origen. La Noche de los Búhos sirvió para desorientar al héroe, para bajarlo de la nube de confianza en que se había instalado mientras una docena de «zombies» era vapuleada por los amigos y conocidos del alter ego de Bruce Wayne. Esta saga pretende enfrentar a Batman al terror a lo desconocido, a lo inmanejable. Ya lo dijo Michael Caine sobre el fabuloso Joker que nos regaló el difunto Heath Ledger: «Algunas personas sólo desean ver el mundo arder«.