Casi por casualidad ha llegado este manga de Gato Aso (basado en la novela de Project Itoh) a mis manos. De hecho ni recordaba haberme fijado en él. Pero así de caprichosas son las cosas a veces, que me veo leyendo (devorando más bien) el tomo publicado por ECC sin darme cuenta.
La historia de Genocidal Organ nos pone sobre la pista de Clavis y Williams, dos soldados norteamericanos que tienen por misión dar con el paradero de John Paul, responsable de una serie de genocidios que han asolado al mundo.
A pesar de situarse en una época futura, gran parte de lo que vemos y leemos nos resulta familiar y reconocible. Esta sociedad futura no dista demasiado de la nuestra, más allá de los evidentes y presumibles avances tecnológicos en materias como la de las comunicaciones o la robótica, pero en cuanto a moda, transporte o costumbres, todo resulta muy actual. Esto provoca no solo que podamos entrar mucho mejor en la historia que con otra de carácter abiertamente futurista porque reconocemos el entorno como propio, sino que subraya el poderío de los temas tratados no como una fantasía, sino como una posiblidad tangible.
La sociedad en la que viven los protagonistas ha superado el debate libertad o seguridad, apostándolo todo por esta última. Con el lícito argumento de luchar contra el terrorismo global, la sociedad de Genocidal Organ considera que hacer pequeñas renuncias personales para que las autoridades tengan una mayor monitorización sobre ellos es un precio asumible para vivir sin miedo. El debate sobre la libertad, o más bien los tipos de libertades, es muy interesante, y es un aspecto capital del cómic, que incluso llega a verbalizarse entre los personajes.
La obra de Gato Aso se presenta como une excelente alternativa para quienes busquen una lectura que trascienda el mero entretenimiento y aporte cierto poso. Construido como un thriller de espías clásico, con gran peso de las escenas conversacionales, el manga invita constantemente a la reflexión por parte del lector. Este segundo tomo, además del citado debate sobre la forma que toma la libertad y su coste, discurre acerca de la naturaleza lenguaje y su capacidad para influir en nosotros. Si bien es cierto que en el libro se le da cierto carácter sobrenatural o misterioso relacionado con la propia genética del ser humano, ofrece una válida traslación al análisis sobre el poder de las ideas, de cómo un buen orador y las palabras adecuadas pueden condicionar o manipular nuestra forma de pensar.
ECC Ediciones sigue en su apuesta por ofrecer un manga alejado de las grandes modas y los géneros habituales que proporciona el mercado, apostando por lecturas que se salen -al menos un poco- de la norma y que proponen puntos de vistas diferentes.
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