La muerte de Superman: Especial 30 aniversario

La muerte de Superman. Especial 30 aniversario: Traicionera nostalgia

La muerte de Superman: Especial 30 aniversarioLa nostalgia es una compañera traicionera que nos hace ver con buenos ojos experiencias que en realidad no fueron tan satisfactorias. La inocencia infantil y el paso del tiempo nos hace encumbrar el recuerdo de obras que de otra manera habríamos olvidado sin ápice de arrepentimiento. De otra manera no se explica que discutibles proyectos como La muerte de Superman sigan gozando de tanta atención décadas después. Y esa es una cosa que el mundo del cine envidia al cómic. Las películas son generacionales. Los títulos que disfrutamos de niños (calidades aparte), los atesoramos y reivindicamos en nuestra madurez (véase Star Wars: La amenaza fantasma). Pero a la siguiente generación no la engañamos, pues esas películas se les quedan viejas (no pocas veces en el sentido peyorativo) y buscan sus propios hitos infantiles entre los títulos del momento (no os queda dudas que en unos años filmes como La liga de la Justicia o Capitana Marvel habrán enterrado las críticas iniciales y serán celebradas por los ahora niños que las han disfrutado ajenos al escrutinio mediático del mundo «adulto».

 

Con el cómic esto no pasa. Lo que una vez nos encandiló de niños (calidades aparte), se celebra con los años y se extiende el aura mágico infantil que oculta sus desatinos entre la opinión general del momento. Pero tiene truco. Siempre hay truco. ¿Cuál es? Que mientras el público cinéfilo se recicla, el comiquero se mantiene. Solo tenéis que acudir a cotillear a cualquier sesión de firmas y la medida de edad de los asistentes se sitúa en torno a los 40 años. Y muchas veces el artista es más joven que el grueso de su público. Y sí, poco a poco se van viendo más infantes. Y he ahí el otro truco. Lo normal es que se trate de los herederos del público original. Padres que llevan a sus hijos y les inculcan su pasión, igual que hacemos con nuestros equipos de fútbol. Familias enteras que pasan su sentimiento madridista o atlético de padres a hijos generación tras generación. Siempre habrá alguna excepción, pero dadle a un crío un cómic de La Patrulla-X de finales de los 60 y se duerme antes de terminar el primer capítulo.

 

Así, y no de otra manera, se explica La muerte de Superman: Especial 30 aniversario, cómic que publica ECC en España en una edición en cartoné (96 páginas a 18€ en su primera edición). Un cómic que no solo homenajea aquel hito publicitario de los años 90, sino que lo hace recurriendo a los autores originales del mismo. Doble nostalgia. La historia original, interesante en su estructura (una pelea prácticamente en tiempo real, a modo de cuenta atrás hasta el inevitable y trágico final), no dejaba de ser una excusa publicitaria con fecha de caducidad (habría que ser extremadamente ingenuo para creer que Spider… Superman, pasaría mucho tiempo enterrado). ¿Por qué caló entre la chavalería que ahora la reivindica? Porque la historia no les importaba. Era la fuerza de sus imágenes lo que les atrapaba. Y el ser testigos de un momento desgarradoramente épico en sus cortas experiencias.

 

La muerte de Superman: Especial 30 aniversario

 

Y como de donde no había poco se puede rascar, los cuatro breves relatos incluidos en este especial resultan tan insípidos como la obra original. El más atractivo, por conectar aquella aventura con los tiempos casi presentes de los personajes (la acción se sitúa antes de que Jon Kent diera su inesperado estirón), es el primero de ellos. En él, Dan Jurgens presenta al «original» Destructor Final y presenta un duelo entre este y el hombre de acero mientras los personajes recuerdan el fatídico día con la duda de si la historia se repetirá o no. Su gran valor es el de contextualizar el envite original gracias precisamente al utilizar a un niño, Jon Kent, como oyente de esos recuerdos. Por el camino, sin embargo, Jurgens acude a un deux ex machina que de tener efectos retroactivos echaría por tierra aquel gran duelo.

 

Las otras tres aventuras tienen la curiosidad de ambientarse justo en el momento de la pelea entre Superman y Juicio Final. La protagonizada por Martha y John Kent busca la lágrima del lector recalcando cual J.A. Bayona la emotiva bondad y capacidad de sacrificio de nuestro héroe. Luego viene El Guardián, personaje que muchos ni recordábamos (o conocíamos) y aquí nos explica el porqué. Finalmente Acero, quien protagoniza una suerte de origen motivacional.

 

Si fuisteis de la generación que se enamoró de los cómics y Superman en aquellos locos 90, tenéis todo un back to the past en este especial. Si no, su interés se resume en dar cierto contexto al cómic original (valor a tener en cuenta dada la ausencia de artículos por parte de ECC en las ediciones publicadas de La muerte de Superman que, recordemos, arranca en un total in media res).

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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