ECC Ediciones da el tratamiento de súper ventas a esta mirada a un hipotético futuro de Las Tortugas Ninja llamada El último ronin escrita por los creadores de las mismas, Peter Laird y Kevin Eastman, y por el coautor de la etapa más reciente publicada también por ECC, Tom Waltz. Edición en grapa de esta miniserie de cinco números que -presumiblemente- de aquí a un año será recopilada en tapa dura. Igual que sucede con las principales series regulares del universo DC o con buena parte del sello Black Label.

«¡Voy a por ti, cobarde!«

Esta apuesta por la grapa evidencia la fe que tiene la editorial española en las posibilidades de la franquicia y permite a los lectores testar la miniserie sin tener que hacer un gran desembolso de primeras.

¿Y qué nos depara El último ronin? Solo hay que leer la portada para hacerse una idea más o menos precisa de las intenciones de la aventura: una tortuga en su etapa crepuscular preparada para su más que probable última misión. Honor, venganza, redención… cualquiera de estos motivos es asumible para comprender el porqué.

Solo la lectura de las primeras páginas confirma las impresiones extraídas de la portada. Han pasado muchos años desde que las tortugas vivieran sus mejores tiempos y solo una de ellas queda en pie (no sabemos cuál). Una tecnificada y deshumanizada sociedad la ha marginado y solo una promesa hace que vuelva a la acción. Un último rodeo antes de descansar en paz. El viejo Logan, El Regreso del Caballero Oscuro, Spiderman: Reino… como imagináis, la originalidad no es la mayor virtud de Las Tortugas Ninja: El último ronin, que avanza a pies juntillas por el esquema habitual del género.

Pese a ello, la aventura presenta buenos mimbres. El misterio respecto a la identidad de la tortuga (resuelta en la última página de este primer número) y los años perdidos entre la actualidad y este sombrío futuro son un buen reclamo para despertar el interés del lector. La narración grafíca resulta muy dinámica y el trabajo de Luis Antonio Delgado en el color está especialmente inspirado en algunas de sus secuencias. Además, sabiendo únicamente quiénes son las tortugas y que Shredder y su Clan del Pie son sus enemigos -es decir, habiendo visto la película de 1987 o la de 2014- es más que suficiente para abordar la lectura sin complicaciones.

Un estimable aunque conservador arranque que invita a darle una oportunidad a este último ronin mutante.