Otoñal

Otoñal: Un madurado folk horror

OtoñalEnmarcada en el folk horror (subgénero del terror caracterizado por transcurrir en entornos rurales o pequeñas comunidades en los que las tradiciones o ritos -generalmente paganos- tienen especial incidencia, así como una estrecha y oscura relación con la naturaleza), Otoñal es una interesantísima propuesta que nos mantiene en tensión de principio a fin. Daniel Kraus y Chris Shehan, sus autores, explotan con gran acierto los elementos del terror que mejor funcionan en el cómic para hacer de Otoñal una presumible obra de referencia dentro del género.

 

«Pero ¿quién es esa señora?»

 

Por más que sea un medio en el que lo visual tiene una enorme importancia, el cómic no puede recurrir a los mismos efectos que el cine. Le es imposible apelar a la emoción instintiva, nunca será capaz de provocar -por ejemplo- esos sustos repentinos que te hacen saltar de la butaca. Como tampoco puede llegar al detallismo truculento de una imagen en movimiento y los sonidos que la acompañan. Tiene más en común con la literatura, aunque sin llegar a su poder evocador, pues no somos nosotros quienes recreamos personajes y escenas según nuestra imaginación, sino que sus caras y entornos ya nos vienen dados. El cómic juega en un complicado punto intermedio entre ambos medios y le resulta terriblemente sencillo perder la noción del terror y acabar siendo otra cosa.

 

Por ello resulta tan interesante Otoñal. Sabe que no puede ser explícito, sino que debe sugerir. Y sabe que debe enseñar, pero midiendo muy bien el cuándo. Kraus y Shehan marcan muy bien los tiempos, tanto a nivel narrativo como visual. Nos presentan a Kat y Sybil, las desafortunadas protagonistas de esta pesadilla, y se preocupan porque empaticemos con ellas desde el principio. Tirando de algún que otro cliché, sí, pero de manera muy efectiva.

 

Otoñal

 

A partir de ahí la clave es qué contar y cuándo para que no perdamos la conexión con las protagonistas y que el misterio y la tensión vayan madurando y haciéndose cada vez más grandes hasta el inevitable estallido final. Pero también es muy importante el cómo. Más cuando hablamos de un relato que versa sobre mitos y leyendas, pero en un contexto tan cínico y descreído como el actual. El marco perfecto para que las palabras de los niños o de supuestos trastornados escondan mucha más verdad de la que aparentan. O para que la amabilidad desmedida se revele como una señal de aviso o que la hostilidad de los vecinos pueda interpretarse como un mecanismo de defensa.

 

Y las pistas. Aunque no las veamos siempre están ahí, ocultas a simple vista e invitándonos a visitar Comfort Notch una segunda vez con nuevos ojos.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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