Predicador llegó decidida a remover el mercado y ahora nos llega la oportunidad perfecta para dar fe de ello.

Quizás sea, junto a The Sandman, la serie de Vertigo que más ansiaban los seguidores que fuera reeditada por ECC, y al fin ha llegado el momento. Esta nueva edición consta de nueve volúmenes compuesta por la serie original de Garth Ennis y Steve Dillon, aunque carente de contenidos adicionales que puedan atraer a lectores que ya posean alguna de las anteriores ediciones de la colección. Para el resto, es una ocasión irrepetible para (re)descubrir una de las obras más irreverentes e influyentes del cómic contemporáneo.

Predicador es una historia de corte fantástico, pero relatada siguiendo los cánones del western, con la estética que imprimen los pueblos norteamericanos retratados, o los duelos en los que se ven envueltos los protagonistas. Y en una historia que bebe tanto de la cultura popular del país ¿qué hay más patrio que el Oeste y John Wayne? Garth Ennis no olvida tampoco tocar otros palos como el terror o el thriller policiaco. Todo es posible en Predicador.

La trama principal sigue a tres pintorescos aliados unidos por la fatalidad. Jesse Custer, un predicador que ha perdido la fe, su exnovia Tulip, y un misterioso tipo llamado Cassidy. Los tres se suben a una camioneta con una misión entre ceja y ceja: encontrar a Dios y cantarle las cuarenta. ¿Por qué? No dejéis que nadie os lo cuente, lo que mejor que podéis hacer es descubrirlo por vosotros mismos. Lectura recomendada para un público adulto –y no para todos–, la obra explora y sobrepasa los límites de lo políticamente correcto, ofreciendo una sangrante sátira sobre la sociedad norteamericana de mediados de los noventa.

Garth Ennis construye unos personajes magnéticos, que nos envuelven con su carisma y sus ácidos diálogos. Son tan ricos y están tan bien construidos que resulta difícil imaginárselos fuera de estas viñetas. Ahora que en los últimos meses han aparecido en los medios informaciones sobre su más que probable adaptación a la televisión no cabe más preguntarse si de verdad es necesario. Aunque la lógica nos hace pensar que la hipotética ficción televisiva transitará por caminos diferentes a los del cómic, tal como ha hecho The Walking Dead. Pero lo que queda claro es el interés que despierta este trío y sus andanzas.

Y si el guion de Ennis es capaz de provocar la mayor de las excitaciones, menos no se puede decir del trabajo a los lápices de Steve Dillon. Ambos se conocieron durante su etapa en Hellblazer y aquí, liberados de cualquier atadura, dejan aflorar su lado más salvaje. Forman un equipo muy cohesionado y eso se nota en la fuerza de las imágenes, agresivas en todo momento, pero muy humanas cuando corresponde. El gamberrismo que desprende la obra, cínica y desprovista de prejuicios, tiene una de sus señas en la explícita violencia de sus dibujos más cruentos. Tanto por lo que enseña por lo que deja para nuestra imaginación. ¿Desmedida? Puede ¿Necesaria? Por supuesto. Predicador llegó decidida a remover el mercado y ahora nos llega la oportunidad perfecta para dar fe de ello.