Después de triunfar en festivales como el de Sitges o Austin, el nuevo film de Jaume Balagueró, Mientras duermes, ha llegado a nuestras pantallas con el propósito de inquietar nuestros sueños tal y como hace César –su protagonista– con el de Clara. En esta entrevista el cineasta catalán nos habla de la película y de cómo ve el cine en España.

Pregunta: Aquí te alejas del terror y te adentras completamente en el thriller. Viendo el resultado y la buena acogida que está teniendo, ¿te ves siguiendo por esta línea en futuros proyectos?
Respuesta: No me marco muchas intenciones en ese sentido, me dejo llevar por los guiones que van surgiendo. Decidí hacer esta porque el guión me atrapó y pensé había que contarlo fuera como fuera. Pero me dejo guiar por lo que sale en cada momento y lo que tengo necesidad de contar. Si aparece otro thriller maravilloso pues lo haremos, pero si de repente aparece otra película de terror fascinante, iremos allí.

P: ¿Ha habido algún tipo de referencia en particular?
R: Yo siempre intento, a la hora de empezar una película, borrar todas las referencias, que son muchas. Lógicamente alguien que ha visto tantas películas como yo y que le ha gustado tanto el cine y que tiene tantos directores a los que admira, tiene la cabeza llena de referencias que luego van a salir, evidentemente. Pero conscientemente intento borrar para no sentirme condicionado. Entonces, no sabría decirte, pero seguro que hay millones de cosas ahí que son referencias de cosas.

P: ¿Hubo algún aspecto del guión que conllevará más problemas o retos para ser trasladado a la pantalla?
R: Una de las cosas más delicadas en esta historia era el tono. ¿Qué tono tenía que tener exactamente esta película? Fue una de las cosas que más me preocuparon porque tenía que ser un tono muy realista, muy naturalista, que de pronto se convierte en muy sórdido en algunos momentos; pero también había algo de cuento y de fábula que quería que estuviese ahí. Fuimos con mucho cuidado de conseguir ese tono jugando con la música, con las canciones, con las interpretaciones, sin sobrepasar nunca el límite y fue un trabajo muy de precisión.

P: El personaje de Luis es realmente malo…
R: A nosotros nos gustaba mucho la idea, a pesar de que desde el principio ya se parte con una explicación de porque hace lo que hace, es incapaz de ser feliz, nunca lo ha sido y necesita que nadie más lo sea a su alrededor por consuelo. Pero al final lo que resulta es que tenemos el malo porque sí, es decir, no sabemos que le pasa de pequeño, nade abusó de él… simplemente es malo porque sí y eso me retrotraía mucho a la imagen clásica de cuento infantil donde el lobo feroz es el lobo feroz porque en sus genes es así. Porque su naturaleza es ser malo. Y no hay más razones. Eso me gustaba mucho.

P: ¿Cómo ves el cine de género que se hace en España? En los últimos años se ha hecho mucho más exportable y ya luce como una marca fuera de aquí.
R: Sí, el cine de terror español tiene un prestigio abrumador fuera: en Europa y en EEUU. Me contaba Miguel ángel Vivas, el director de Secuestrados, que cuando llegó al Festival de Austin –estuvo el año pasado– era un chico que iba con su primera película, llega allí y lo primero que le dicen es: «Tu película es una de las que antes se han agotado las entradas, llevan días agotadas y la gente está como loca por verla«. Se quedó totalmente desconcertado y dijo: «¿Pero estáis seguros de que no equivocáis?, lo digo porque mi película no es conocida y yo también soy un director desconocido«. Y lo que le contestaron fue: «Ya, pero tu película es española y de terror«. Y eso despierta pasiones ya en sí mismo en EEUU.

P: Todos los años salen 5-6 películas que se llevan toda la atención de los medios o que hacen grandes campañas de marketing, pero luego está una amplia mayoría de títulos que pasan completamente desapercibidos en los medios y las salas. ¿Por qué crees que ocurre esto?
R: Yo creo que hay algo que forma parte de nuestra sociedad que es que nosotros siempre tendemos a ver lo nuestro mal y lo de los demás bien. Es decir, mientras que en todo el mundo se aplaude y se flipa con el cine de terror que se hace en España, aquí pasa desapercibido, no nos interesa demasiado. Y en cambio aquí los fans aplauden el cine de terror que llega de Francia. Y en cambio en Francia, hablas con los directores de allí y te dicen que a ellos nadie les hace caso allí. Esa situación es muy extraña. Y bueno, sí es verdad, creo que en este país la industria del cine está muy tomada por –que también se entiende– por unos nombres muy claves que pueden ser Almodóvar, Amenábar… que son grandes nombres muy bien asentados y muchas veces son esos nombres los que suscitan el interés de los medios. Yo creo que los medios deberían esforzarse por interesarse no solo por esos nombres tan asentados, sino también empezar a interesarse por otros nombres y otras películas que pueden ser interesantes. Porque al final son los medios de comunicación los que tienen que empujar a que eso llegue a donde tiene que llegar.

P: Pero muchas veces también las propias distribuidoras –sobre todo las más pequeñas– limitan su presencia en los cines.
R: Sí, de hecho, al final vuelve normalmente a ser un tema de los medios. Si tú tienes una película que tienes que promocionar y que tienes grandes nombres y un gran director, te va a ser muy fácil convocar a los medios para eso. Si es una película que es increíble pero que no tiene ningún actor o director conocido, será increíble, pero a los medios no les va a interesar para nada, porque no hay nada que les pueda llamar la atención. No hay actores, no hay director. Ese es el gran problema también.

Foto: DANIEL LOBATO