El inicio de The Newsroom, con el discurso de Will McAvoy (un Jeff Daniels portentoso), ya dejaba entrever que la serie no iba a ser complaciente con la política americana, algo que ha hecho que muchas personas llegaran a criticar a la serie de una manera muy punzante. Sobre todo porque no compartían el tipo de periodismo que Aaron Sorkin quería hacer ver en su serie. El periodismo en The Newsroom pasa por varias etapas. La primera de todas, la de la primera temporada, es un cambio constante de contar historias de cualquier índole sólo para que la audiencia creciera hasta llegar a un periodismo de verdad. En la segunda temporada ya estaba asentada esa base, pero critica el hecho de que no todas las historias que se pueden contar pueden ser verdad. Y en esta última critica la libertad de información y el hecho de que ahora con Twitter y las redes sociales cualquiera puede ser periodista.
Y es esto lo que ha hecho que las críticas llovieran por todos lados. De hecho, Aaron Sorkin tuvo que pedir disculpas por si alguien ha entendido que intentaba dar lecciones de periodismo. Pero yo no hubiera pedido perdón. Sorkin ha hecho lo que yo comparto: Periodismo real frente al morbo. Pero es algo que no vende y que también ha hecho que la serie termine antes de tiempo.
Pero The Newsroom también es una serie donde las relaciones entre los personajes son importantes. Sorkin ha querido mostrar que todos en el trabajo son una familia, que si está unida puede sacar todo adelante pero que si uno falla puede irse todo al garete. Y son estas relaciones lo que mueve The Newsroom, la crítica también, pero las relaciones tienen mucho peso. Quizás todos llegamos a odiar a Will McAvoy, pero con la llegada de McKenzie empezamos a quererle. Todos queríamos que Jim y Maggie acabaran juntos. Y todos nos enamoramos de Sloan con esos diálogos tan rápidos, enrevesados y punzantes que soltaba pero que eran el pensamiento de Sorkin. Todo ello ha hecho que la serie rápidamente entrará de forma natural en los espectadores.
Sí es cierto que con la segunda temporada, más irregular que las otras dos, hizo que el nivel bajara, pero no tanto como muchos han querido dar a entender. Cierto es que en muchas ocasiones la historia de Génova daba más juego que la de la carrera presidencial y la historia de amor de Jim con Hallie. Pero esta última, con el tema del espionaje ha dado un nivel diferente a lo que vimos en las otras temporadas. En definitiva, que The Newsroom ha sido irregular pero muy apetecible.
La peor noticia de su final es que acaba y además, Aaron Sorkin no volverá a escribir para televisión. Algo negativo, pues su ingeniosos diálogos y tramas se quedarán sin ver la luz. Pero siempre disfrutaremos de su legado como es El ala oeste de la casa blanca o Studio 60. Ahora se le une The Newsroom, una serie que con el paso de los años será estudiada en las escuelas de periodismo únicamente para que vean como debería ser el periodismo y no en lo que se ha convertido. Gracias por estos años Aaron Sorkin, gracias por The Newsroom.
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