El autor británico Rob Davis creador de Slang o Roy of the Rovers, además de colaborar en tebeos de Doctor Who y en tiras cómicas de The Guardian, publica en 2014 la novela gráfica El horno huérfano obra que Ediciones La Cúpula recupera en un único tomo. La distopía de Davis se ambienta en un peculiar universo donde los hijos crean a sus padres (con forma de máquinas), un lugar donde llueven cuchillos y demás perturbadores acontecimientos, en el que encontramos a Scarper Lee un adolescente que sabe que le quedan tres semanas de vida y tiene que convivir con ese temor.

Tras este turbio pretexto, la desaparición del padre de Scarper es el detonante de toda la acción de la obra y la partida de él y su grupo de amigos en su búsqueda. (Spoiler) Aclarar que el padre de Scarper, como se puede imaginar el lector, no es una persona, si no un amasijo de hierros que ha ido a buscar al horno que da título a la historia lo que ya empieza a revelar el carácter existencialista de la historia.

Quizá lo más peculiar de la obra son los constantes cambios de tono que tiene, ya que las primeras páginas sirven para mostrar la turbiedad y oscuridad de este Londres distópico, de ahí que el tebeo arranque con una lluvia de cuchillos y las primeras páginas se excedan en el uso de sombreados (todo el cómic es en blanco y negro) para luego convertirse en una historia juvenil y un buen reflejo de lo que es la adolescencia. No es casual que el autor elija la muerte para construir desde ahí la psicología del personaje, un personaje condenado por su destino y cuyos últimos días de vidas supondrán una oportunidad de conocerse a sí mismo y a sus amigos.

El dibujo es simple pero efectista, se adapta muy bien a lo que está contando; suele utilizar una división de página muy sencilla y nunca alardea de viñetas o splash-pages espectaculares porque se alejaría del intimismo psicológico y emocional de la historia que está contando, sin embargo aprovecha muy bien el entintado para la ambientación climatológica y las expresiones faciales de los personajes jugando con los tonos grisáceos para dar luces y sombras.

Davies construye así una historia entre el drama psicológico y el terror, una historia potente que debido a su rareza necesita varias páginas para poder entrar bien en ella, pero que una vez que el lector entra en el juego y entiende de que va el asunto, se deja llevar con facilidad y asume como lógica la construcción de personajes. La obra invita, en primer lugar, a reflexionar sobre la existencia, la vida y la muerte sobre todo en una etapa tan complicada y precoz como la adolescencia; pero por encima de todo es una crítica importante al sistema económico actual, como los adultos, víctimas de su trabajo y responsabilidades, se transforman en máquinas y son sus hijos quienes de verdad tienen un mínimo de sensibilidad y pueden poner sentido común a todo esto, pese a sus propios problemas.

En definitiva El horno huérfano es una misteriosa, pero interesante, historia de ciencia ficción que sin pretenderlo resulta moralista debido a la humanidad de sus personajes y, pese a su rareza, merece ser leída por cualquier lector ávido de aventuras y emociones nuevas. Añadir, como finiquito, que el autor prepara una segunda parte que recibiremos con ganas para cerrar ciertos interrogantes.