Basada en hechos reales, la película cuenta la impactante historia de un monasterio de monjas en Polonia que fue asaltado durante la Segunda Guerra Mundial por un grupo de soldados rusos, quienes violaron a las religiosas provocando varios embarazos. Con este pretexto, la película sigue a Mathilde, una médica de la cruz roja que llega al monasterio para ayudar a controlar la situación.
El cine polaco de monjas tenía un grandísimo preferente llamado Ida, ganadora de varios premios internacionales, y es este el motivo por el que probablemente mucha gente acuda a las salas… encontrándose una película plana y aburrida. Pese al potencial que podría tener la historia, la directora Anne Fontaine coge el camino fácil y dirige de una manera impersonal. La cámara no se utiliza como objeto narrativo sino que solo sirve para registrar las acciones de unos personajes y luego montar todo el material sin encanto ni mesura alguna, puesto que sobran escenas por todos lados y el ritmo es tedioso en una película que podría ser mucho más ágil.
Salvo el de la médica protagonista, la construcción de personajes es inexistente y la situación vivida por las protagonistas no provoca empatía ninguna. Más bien cansancio debido al tratamiento tan frío y distante de la situación, llegando a tener un desagradable tono sensacionalista. Los personajes secundarios están porque tienen que estar y la trama amorosa de la médica con uno de ellos deja constancia del target al que va destinada la cinta. Si es cierto que no es culpa del trabajo de las intérpretes puesto que todas se defienden a la perfección y conocen bien a sus personajes, pero el guion no les hace ningún favor y menos la ya citada dirección.
Otro gran problema de la película es la dirección de fotografía que combina travellings, zooms y primeros planos, encuadrados de una forma nefasta, una vez más, estos recursos resultan gratuitos y no aportan absolutamente nada a la narración, además de convertirla en un producto televisivo.
A modo de conclusión, Las inocentes, pese a sus intenciones de ser poética, tierna y moralizante, resulta una obra fallida y que no entusiasmará en absoluto a los seguidores del cine de autor y se convertirá en la película para señoras de las navidades. A su manera, la película funcionará, el problema son sus fallidas pretensiones artísticas.
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