Arconte

Arconte: Pretenciosidad en las estrellas

ArconteEn su apuesta por el cómic nacional, Norma Editorial publica Arconte, pequeña obra de ciencia ficción (108 páginas) escrita y dibujada por Fidel Martínez, autor con una amplia trayectoria entre cuyos trabajos se encuentra, por ejemplo, Sarajevo Pain, también editado por Norma.

 

«El quinto planeta de nuestro sistema solar. Un dios colérico y brumoso«

 

La premisa de Arconte es muy sugerente. Una pareja de astronautas viajan hasta Europa, uno de los satélites de Júpiter, para fundar un asentamiento junto a un afamado astrobiólogo (de nombre tan poco sutil como puede ser Faust) que ya lleva tiempo allí. Como es de imaginar, una vez en su destino, las cosas se complican en más de un sentido. Con solo tres personajes protagonistas, Arconte juega en el terreno de la sci-fi de corte intimista, centrándose más en cuestiones relacionadas con la naturaleza humana que en desarrollar un mundo de corte fantástico.

 

El enemigo, por desgracia, está en casa. Al margen del predecible conflicto con el doctor Faust, Martínez propone a un protagonista excesivamente resabido con el que es imposible empatizar en ningún momento. Dos son los factores determinantes. El primero es el habla engolada que utiliza en sus abundantes apartes en off. El lenguaje usado por Víctor (el protagonista) no es nada natural. Usa unas metáforas y unos términos muy «literarios», que quedan bien en en prosa, pero no en una conversación de alguien que no pasa precisamente sus tardes en clubes de poesía o que escribe cartas a sus seres queridos. Sobre todo porque no hay una correspondencia entre estas reflexiones interiores con las conversaciones que tiene luego con el resto de personajes. Haced el ejercicio, ¿vuestro lenguaje cambia radicalmente según habláis o pensáis? No, ¿verdad?

 

Arconte

 

El segundo es que siempre va dos pasos por delante nuestra. Primero está Víctor, luego el resto de personajes y en último término, nosotros. No sería un problema si no subrayara tanto esa ventaja narrativa y no escondiera con malicia la información; porque es un personaje que se pavonea no ya de saberlo todo, sino de ocultarlo y de ir dando rodeos. ¿Esto que genera? Desinterés. Es fácil desconectar e -incluso- descartar la lectura antes de llegar a su desenlace.

 

Sobre el papel Arconte parece una propuesta estimable, pero un conflicto poco inspirado y un protagonista muy distante hacen prescindible su lectura.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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