«Es difícil de explicar. Sentí que tenía una deuda pendiente«
Hijos del Fuego, la nueva obra de Fidel Martínez que Norma Editorial pone en nuestras estanterías, ha tenido sobre mí un efecto para el cual no estaba diseñada, pero que no deja de tener sentido. Ha sido terminar de leérmela y pensar: ‘qué guay habría estado esto en una Muestra Syfy‘ y es que en la ahora extinta Muestra de Cine Fantástico este guión nos habría tenido a todos gritando como macacos mientras sus protagonistas iban cayendo uno tras otro víctimas, en parte, de su propia estupidez y del terror que se va apoderando de ellos conforme avanza la noche sobre los vacíos y estériles tejados de Prípiat. El público de aquel festival de cine habría festejado por todo lo alto la primera aparición del enmascarado tóxico y habría aplaudido al salir los títulos de crédito.
Por desgracia la Muestra ya no existe (¿se la comió la pandemia?) y esta obra no es igualmente disfrutable cuando uno se la toma completamente en serio. Porque, tal y como ocurriera con Arconte, Martínez nos propone un argumento muy atractivo y profundo, pero para cuando terminamos con su lectura Hijos del Fuego se ha deshinchado un poquito, lo justo como para que se le vean las costuras y haga que nos vayamos planteando preguntas que, de otro modo, no nos habríamos llegado a plantear (como por ejemplo cuál es la necesidad de la primera muerte si el objetivo de todas ellas es el mismo y conocido de sobra por sus casi inmortales perpetradores). Así que sí, Hijos del Fuego cojea bastante, aunque he de decir que la narrativa de su autor sigue creciendo y evolucionando desde la última vez que lo tuvimos por aquí.
«Admirable, pero a mí se me ocurre algo mejor«
Por lo demás esta obra logra recrear la sensación de terror que hemos visto en otras obras ambientadas en las inmediaciones de la mayor catástrofe relacionada con la energía nuclear de la Historia. Los blancos y negros del dibujo y el propio estilo pictórico de Martínez le sientan muy bien a la trama y la manera en que el autor juega con este bicolor para crear efectos en el ambiente y en los propios personajes es hipnótico y se guarda un enorme potencial para explotarlo en otras obras. Se podría decir que Hijos del Fuego es una obra que entra por lo interesante de su planteamiento, escuece en parte de su desarrollo y cautiva a nivel visual.

Hijos del Fuego
Se nos comenta por todas partes el carácter ecologista de la obra y, sinceramente, no termino de encontrárselo. Me parece más bien una fábula siniestra con unos seres mitológicos que tratan de sobreponerse a los errores de los hombres y que, por el camino, se infectan con sus propios deseos, pasiones y traumas. Hijos del Fuego es una buena obra, pero me da la impresión de que no deja de ser un pasito más en el camino de Fidel Martínez para encontrar su propia obra maestra.
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