«Pensando en tetas y en suicidarme«
Desde hace años, ya hace unos cuantos que escribo por aquí, cada vez que voy a escribir un artículo o una reseña lo primero que hago es ponerle un título. Y eso es ridículo. Lo es porque lo que luego escribo suele salirme del tirón, suelen ser pensamientos, impresiones, recuerdos y reflexiones que salen de mi cabeza y se dirigen a las teclas de mi ordenador sin ninguna clase de filtro de calidad ni necesariamente ninguna clase de coherencia con la gilipollez que haya escrito tras el título de la obra de la que me haya puesto a hablar (bueno, escribir). Muchas veces esto me genera una cierta ansiedad: estoy cascándole al lector un título que promete una serie de cosas que jamás va a encontrarse en el interior de la reseña. Otras veces pienso que, en el fondo, ofrezco dos reseñas en una: la que me cabe en una frase simpática y la que me obligo a que ocupe al menos seiscientas palabras. El resto de las veces caigo en que estos artículos no los lee nadie, así que a tomar por culo.
Pero lo cierto es que al terminar de leer Se Está Muy Sola en el Centro de la Tierra y ponerme a pensar en qué título ponerle a una reseña que, por descontado, iba a hablar más de mí y de las mierdas que me ha movido esta nueva obra de Zoe Thorogood (si no os habéis leído ya La Inevitable Ceguera de Billie Scott vuestras vidas están vacías y carecen de sentido)… Como decía, al ponerme a pensar en qué título ponerle al cómic que pone en nuestras manos Norma Editorial caí en la cuenta de la sombra que arroja el personaje de la propia Zoe en la portada de este cómic. Y me pareció que la composición reflejaba perfectamente como me sentía (y me siento) yo en muchas ocasiones. Y por qué he conectado muy profundamente con algunos de los pasajes de esta obra y con otros no. Y por qué eso es normal y así tenía que pasar.
«En cuanto lo pensó, decidió decirlo«
No nos vayamos a equivocar. Convivir con la ansiedad, la depresión, el sentir que no eres lo suficiente para el resto de las personas que te rodean… es una puta mierda. A veces nos engañamos y pensamos que, al menos, es nuestra propia mierda: la conocemos, estamos acostumbrados a ella y da mucho menos miedo ella que el vacío de lo desconocido que la rodea. Pero no es verdad y todas estas sensaciones, que pueden tener su origen en la química de nuestro cerebro o en nuestra pobre y lamentable vida, nos atrapan y nos impiden no ya disfrutar de la orgía de felicidad que es la vida fuera de ellas (porque esto es mentira), sino simplemente caminar por ella sin que cada segundo sea una agonía y una invitación a escapar de la misma por nuestro propio bien y el de los que nos rodean.
Precisamente de esto va Se Está Muy Sola en el Centro de la Tierra. De una persona, que por casualidades de la vida es guionista e ilustradora de cómics, que convive con toda esta mierda sin haberlo pedido y que trata de ponerlo en orden y por escrito durante seis meses de su vida para ver qué demonios sale de todo ello. No es bonito ni tiene por qué gustaros, pero es real y es muy posible que conecte con vosotros en aquellos aspectos en los que vuestras vidas y la de Thorogood se parezcan; al mismo tiempo que habrá pasajes en los que vuestra vida y la de esta artista se parezcan lo que un huevo a una castaña. Haceros un favor y no os quedéis con estos segundos momentos, sino con esos fugaces momentos de conexión… y con el mensaje que remata este cómic y que nos invita a vivir más allá de los agujeros negros de nuestra existencia.
Deja un comentario: