Norma Editorial publica el primer volumen de The Night Eaters, la nueva obra del tándem creativo formado por Marjorie Liu y Sana Takeda, autoras de la multipremiada Monstress (acreedora del Eisner, el Harvey y el Hugo). En esta ocasión, sin embargo, la fantasía -que no lo fantástico- deja paso al terror y los mundos extraordinarios son sustituidos por un entorno más cotidiano y realista. La que devora la noche es la primera parte de una historia concebida como una trilogía.

«¡No soy una fracasada!»

The Night Eaters nos presenta a una familia de origen hongkonés formada por Ipo, la estricta matriarca; Keon, el afable padre; y Milly y Billy, los mellizos que van a aprender, de la forma más traumática que podáis imaginar, cuáles son los secretos que esconde su familia. No vamos a contar nada más porque el propio cómic se preocupa en que las revelaciones se cocinen lentamente. Incluso poniendo a prueba la paciencia de los lectores, que hasta pasada la mitad del volumen están lejos de imaginar la verdadera naturaleza del argumento que proponen Liu y Takeda.

Cultos y terrores atávicos, casas encantadas, posesiones demoníacas… son muchos los elementos afines al terror que impregnan la obra. Pero no estamos ante un cómic de terror. Liu y Takeda no pretenden asustarnos o provocarnos angustia con la lectura (aunque hagan uso de esos recursos en más de una ocasión). Es importante señalarlo. The Night Eaters tiene más de relato de misterio y de viaje familiar. Por tono se asemeja, si queréis, a una aventura de terror. Para las autoras es tan importante desarrollar la trama sobrenatural como exponer el choque generacional y cultural entre los padres y sus hijos (tema que toca a ambas muy de cerca por sus propias circunstancias familiares).

A través de dos marcos temporales conocemos la historia de Ipo y Keon cuando eran jóvenes y la de Milly y Billy cuando han de hacer frente al descubrimiento de… ahí radica la gracia de este primer volumen. Ambas en apariencia inconexas (poco o nada tiene que ver el contexto del Hong Kong de postguerra con la Nueva York del covid), pero que finalizada la lectura descubrimos lo entrelazadas que están. Si bien La que devora la noche tiene un recorrido lento, invita a una segunda lectura para atender a esas sutiles pistas y gestos que describen el relato y sus personajes.

Como primer acto de una prometida trilogia, The Night Eaters tiene potencial. Sus protagonistas (sobre todo Ipo y Keon) resultan muy interesantes aún cuando solo hemos rascado su superficie. Y si sois fans del dibujo de Takeda, poco más que añadir. Sin embargo, el desarrollo de este primer arco resulta un tanto genérico y la trama de fondo está pretendidamente tan desdibujada que la espera hasta el segundo volumen puede hacer que más de uno pierda el interés.