Lo primero que tenemos que hacer para ver esta película es situarnos en la mentalidad y en la forma de vida americana. De lo contrario, la mayor parte del público que acuda a las salas de cine se sentirá vacilada y ofendida. ¿La causa? la prácticamente inevitable comparación de nuestras vidas con la de los protagonistas ante una misma situación: la actual crisis económica.
Hay que tener claro que John Wells (guionista de la serie El ala oeste de la Casa Blanca) se estrena como director con la idea de reflejar la manera de pensar de las altas clases norteamericanas frente a un problema que, sin duda, ha sido mucho más duro para las clases medias y bajas. Y es que si no tenemos esto claro, situaciones como la pérdida de un coche deportivo de lujo que «sufre» uno de los protagonistas, nos pueden llegar a insultar si las equiparamos con cualquier acontecimiento que hayamos podido sufrir a causa de la crisis aún vigente.
Teniendo presente lo dicho anteriormente es cuando podemos adentrarnos en las vidas de Bobby Walker (Ben Affleck), Phil Woodward (Chris Cooper) y Gene McClary (Tommy Lee Jones), tres altos cargos ejecutivos de una gran compañía que sin esperárselo, se encuentran de un día para otro sin empleo.
Bobby, el más joven de ellos, esposo y padre de dos niños, pasa de mantener él solo a su familia, su lujosa casa y sus dos coches, a tener que venderlo todo e irse a vivir a casa de sus padres para terminar trabajando de albañil junto a su cuñado. He aquí cuando cualquier persona con dos dedos de frente se pregunta: ¿Cómo ha llegado de un extremo a otro en tan poco tiempo? ¿Acaso esa familia no tenía ahorros? la respuesta, sin duda, es no. Bobby vivía por encima de sus posibilidades, creyéndose uno de los dueños del mundo y sin pensar en un «por si acaso», de aquí que llegue a rechazar trabajos dentro de su actividad por no igualar o superar el sueldo que cobraba en su antigua empresa. Y es que lo que nos quiere hacer ver Wells es que el problema no se encuentra sólo en Bobby, sino que su situación puede extrapolarse a muchos jóvenes adultos norteamericanos de alto standing.
En cuanto a Phil y Gene, similares en edades, decir que son el polo negativo y positivo, respectivamente, de la vida. Con ellos se nos muestra, por un lado, a una persona que se deja abatir por las circunstancias dadas y, por otro, a un luchador que no se doblega frente a las adversidades sobrevenidas.
Respecto a las actuaciones, destacar la de Chris Cooper y obviar la de Kevin Costner (podría haberlo hecho cualquiera) como cuñado de Ben Affleck (quien, por cierto, interpreta un buen papel ¿será que hace de sí mismo?), sin olvidar la de Tommy Lee Jones, que no sobresale pero mantiene su gran nivel como actor.
Así pues, lo que nos encontraremos en The Company Men es una crítica a la mentalidad de los ricos norteamericanos y una descripción de las pautas de actuación de las grandes empresas para salir a flote en los tiempos que corren. Esperemos que les sirva de reflexión a «yanquilandia«, en cuanto a nosotros, quedémonos con su mensaje final y no perdamos la esperanza.
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