Lo mejor para ella: ¿De qué color es la custodia?

Dicen que la película está basada en hechos reales. Sí, es parece creíble, pero casos de custodia hay miles Esta basado en hechos reales. Y seguramente puede que en más de uno. No es un caso tan aislado el  que ambas partes luchen por la custodia de una nieta. La madre de Eloise (Jillian Estell) murió en el parto y la han criado sus abuelos. Cuando su mujer fallece, Elliott (Kevin Costner) debe criar a la niña solo. Pero la abuela paterna de la criatura, Rowena, (Octavia Spencer) reclama la custodia de la pequeña. Así comienza una lucha entre dos familias “de mundos diferentes” y una batalla legal que acarreará cuestiones raciales.

Mike Binder firma este modesto drama con una temática muchas veces tocada sobre todo en sesión de sobremesa. Lo más distintivo de la cinta se anuncia en el título original, Black or White, ya que lanza más miga de lo que va a contar la película.  Porque efectivamente en el litigio la parte paterna, de color, alega a la otra parte problemas de racismo hacia los negros.  Elliott expondrá que no es así, sino que ellos se han encargado de la niña mientras que el padre, un bala perdida politoxicómano (Andre Holland) nunca se ha encargado de ella. En el pleito –buena parte del argumento tiene lugar en los tribunales- también manifestarán el contra del abuelo coraje- Costner: la bebida, en la que ha caído desde quedarse viudo.

 

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La película contiene un fondo con sentimiento que pierde potencia dentro de unas formas muy mecánicas. Bender no arriesga en efectos externos para que el público se centre en el mensaje; y este es tan directo que se reduce a parecer un telefilme en el que, independientemente a las moralejas, brillen las estrellas (al igual que Julianne Moore en Siempre Alice).

La parte interpretativa es el punto interesante al ver el duelo de actores solventes lidiando ante los tribunales. No es para menos, ambos están oscarizados. Tras ser guardaespaldas o un intocable de Eliot Ness, Costner también tiene en su haber papeles de dramas ligeros. Así que después de varios thrillers con poca repercusión (como 3 días para matar) y convertirse en el padre adoptivo del Hombre de acero, el actor se inmiscuye en el papel de este abuelo que lo ha perdido todo, y lo enriquece dentro de la humilde producción. Muestra bien las sombras de este hombre y lo acerca al espectador. Octavia Spencer también hace suyo el papel de yaya combatiente, aunque en la vida real se lleve ¡9 años con su hijo ficticio! Andre Holland se encarga de hacer el papel de padre nada ejemplar y sale bien parado pese a tanta gresca estereotipada.

 

La historia se consume de une forma neutral. Ni conmueve ni molesta. Se limita a hacer llegar  la máxima de que no todo es blanco o negro. La gama de grises existen.

Acerca de María Aller

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Madrileña. Comunicadora. Periodista. Sagitaria. Bonne Vivante. Cine. Y festivales, series, libros, cocina, deporte... recomiéndame!

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