En un país que no sabe mirar al pasado es muy difícil recuperar tiempos más o menos recientes sin que alguien de tal o cual ideología se moleste. El último ejercicio de acercamiento ha sido este 23-F de Chema de la Peña (con guión de Joaquín Andújar) que narra, siempre desde el punto de vista militar (incluido el rey), como se desarrolló el intento de golpe de estado de Tejero hace ya 30 años.
Lo interesante de 23-F es que se centra en el acontecimiento desde la perspectiva de los golpistas y el rey, dejando en un segundo plano a los políticos (sirva como ejemplo el personaje de Carrillo, que no articula más de tres frases en toda la película; quedando Adolfo Suárez (Ginés García Millán) como una suerte de portavoz del sentir político durante el golpe. El peso de la acción lo cargan Tejero (Paco Tous), Armada (Juan Diego) y Juan Carlos I (Fernando Cayo).
A pesar de esta pretensión, que queda clara desde el principio, encontramos momentos que provocan cierta confusión. Se apuntan subtramas que en apariencia tendrán una gran trascendencia para el devenir de la historia y, de buenas a primeras, se cortan y se obvian.
Esta no es una película de personajes, o al menos no es lo que más le interesa al director, más preocupado en contar los hechos que en las motivaciones de los protagonistas. Por ello, los personajes resultan muy planos, no hay evolución alguna en ellos. Desde un primer momento sabemos de que pie cojea cada uno y las posturas están muy claras, los malos son muy malos y los buenos muy buenos. Así, la figura del rey y Adolfo Suárez (en los pocos momentos en que aparece) se posicionan como salvaguardia del sistema democrático y los Tejero, Armada y Milans del Boch (Lluis Marco) representan un mal que no atiende a razones.
El principal activo de 23-F son sus intérpretes. Fernando Cayo y Ginés García Millán ya tienen tablas ejerciendo de Juan Carlos y Suárez respectivamente (el primero en otras dos ocasiones y el segundo una vez más) y aquí vuelven a hacer un más que correcto trabajo. Pero quien sin duda sobresale del resto del reparto es Paco Tous.
Quien fuera el inspector Paco Miranda en Los hombres de Paco interpreta en esta ocasión a un espléndido Tejero. Apoyado en un cierto parecido físico con el antiguo teniente de la Guardia Civil, Paco Tous está irreconocible. Se agradece, así mismo, que los actores no intenten imitar a sus referentes reales, teniendo en cuenta que algunos como Juan Carlos o Felipe González son especialmente «imitables». Aunque la caracterización de Alfonso Guerra se parece más al Bernardo de Camera Café.
A pesar de todo, la propuesta de Chema de la Peña no aporta gran cosa. No pasa de ser una película correcta, con poca emoción, carne de reposiciones televisivas y que no ofrece ningún tipo de información más allá de la que aparece en los medios cada 23-F.
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