La Incubadora, el programa de desarrollo de largometrajes auspiciado por la ECAM ha presentado los cinco proyectos de largometraje de su séptima edición, así como los nombres responsables de las mentorías de cada uno, entre los que se encuentran profesionales como Carlos Marqués Marcet (director de Els dies que vindran), Sandra Hermida (productora de La sociedad de la nieve), María Zamora (productora de Creatura), Marisa Fernández Armenteros (productora de Un Amor), Belén Funes (directora de La hija de un ladrón), Luis Ferrón (productor de El año del descubrimiento), Lina Badenes (productora de Josefina) y Elena López Riera (directora de El Agua).

 

Hasta la fecha se han estrenado en cines doce largometrajes que han participado en La Incubadora, entre ellos: 20.000 especies de abejas, de Estibaliz Urresola, ganadora de 3 Goya – Mejor dirección novel, Mejor guion original y Mejor actriz de reparto – O Corno, de Jaione Camborda, por la que Janet Novás ganó el Premio Goya a Mejor actriz revelación; Espíritu Sagrado; de Chema García Ibarra, Matria, de Álvaro Gago; o Matar cangrejos, de Omar A. Razzak.

 

 

Estos son los proyectos seleccionados en 2024:

 

Tres días de verano, de Álvaro López Alba

Cris se ha enamorado de un chico al tiempo que su relación de amistad con Miri se deteriora. Dani se siente solo, y busca en los videojuegos un refugio en el que desconectar. Y Jose, el padre de los dos adolescentes ve cómo su actual relación peligra por una causa que todo el mundo, menos él, parece conocer. Durante tres días en la playa, esta familia intentará reconectar entre sí mientras crecen los secretos, los celos, las inseguridades y la incomunicación entre ellos, haciendo que sus pequeños mundos se desmoronen.

 

Memorial, de Sergi Pérez

Manel, conservador de la pinacoteca más grande del mundo, se ve obligado a trasladar a Bélgica un valioso cuadro con el que está profundamente unido. Durante el viaje, lidia con el duelo por la pérdida de su esposo, restaurador del museo, mientras su hija, Laia, descubre secretos familiares en Madrid. Cuando Manel se percata que deberá separarse definitivamente del cuadro se desencadena su irracionalidad, llevándolo a un viaje a lo desconocido.

 

Los olvidados, de Jorge Cantos

Hamza es un menor no acompañado con habilidades sobrenaturales marcado por la herida de una infancia hostil en centros de menores y una identidad alienada entre dos culturas. Su carencia de afecto sólo es compensada por Lucero, una educadora que utiliza su trabajo para mantenerse cerca de la adolescencia que nunca tuvo. Una noche en la que Hamza vuelve al centro amenazado de muerte, decide huir con él sin aviso cruzando España en medio del fin del mundo por un laberinto de carreteras. Durante el viaje Lucero descubre que Hamza pretende llegar a Francia para reencontrarse con su madre. Atormentada por su propia infancia, trata de evitar el reencuentro a toda costa mientras Diego, pareja de Lucero, sigue su rastro y los alcanza, propiciando un cataclismo emocional que desentierra las heridas de los tres.

 

Flores para una madre ausente, de Ana Puentes Margarito

Roma es tatuadora. Su look pasa desapercibido en Madrid: pecho aplastado, tatuajes, cabeza rapada… Su madre, María, se presenta en la capital para pedirle que vuelva a Albacete: su padre está gravemente enfermo. Roma lleva ocho años sin querer saber nada de él, por lo que no la deja hablar. María no regresa a su casa, desaparece. Roma vuelve a su ciudad a buscarla, mientras aguanta la crudeza del reencuentro con su padre, Rodolfo.

Los cuidados y la necesidad de Rodolfo de apoyarse, literalmente, en el cuerpo que tanto rechaza les acerca de manera obligada. El contacto de sus pieles, traen a Roma una cascada de recuerdos de una infancia feliz. María regresa desequilibrando el nuevo extraño equilibrio creado entre los dos. Rodolfo está muy grave. Una mañana soleada les dice que no quiere volver a ver amanecer. Y Roma entiende: María desapareció para darles la oportunidad de despedirse.

 

Riure, de Jordi Boquet Claramunt

Lola se ha criado en el pequeño circo familiar de sus padres, Jesús y Anabel, pero este se está quedando viejo con el paso de los años y la pérdida de público. Desde hace un tiempo, Lola no sabe si quiere ser payasa o heredar un circo de capa caída y está buscando nuevas oportunidades, a escondidas de su familia. Su vida en comunidad se tambalea cuando el caballo de la compañía hiere a un niño durante un espectáculo y su familia demanda al circo. El accidente se convierte en una polémica que pone en riesgo el futuro de la carpa y también la unidad de esta peculiar compañía de clowns. Lola, Jesús y Anabel deberán preguntarse si ha llegado el momento de colgar la nariz roja o si vale la pena seguir resistiendo, a contracorriente, para hacer reír a la gente.

 

Fuente: ECAM