José Pozo, ganador del Premio Goya por el largometraje de animación El Cid. La leyenda (2004), ha finalizado recientemente el rodaje de Skye, una propuesta donde la improvisación y la espontaneidad forman parte del relato. Rodada sin equipo técnico (Pozo ha ejercido también de cámara, director de fotografía y sonidista), la película captura el viaje físico y emocional de sus personajes, llevándolos a enfrentar su pasado y descubrir nuevas formas de ver la vida y la reconciliación.

 

 

Protagonizada por Elisabet Terri (Nick, El frío que quema, 42 segundos, Llana negra) y Alberto Ammann (Celda 211, Lope, Eva, Narcos y Upon Entry), junto a Danna Terri (hija de Terri y Pozo en la vida real), Elisabeth Larena (Servir y proteger y La que se avecina) y los británicos Tom Medcalf y Jennifer Carss, Skye se ha filmado entre Andorra, Francia, Inglaterra y Escocia.

 

«El film nace de una pérdida personal y solo podía rodarse en soledad: un viaje real, sin jump cuts, donde podía adaptarme a la mejor luz, atender las necesidades de nuestra hija y capturar cualquier instante inesperado, aunque eso significara filmar agotados, tras largas horas de conducción«, ha explicado el director, quien -junto a Terri y su hija de once meses- recorrió más de 5.000 kilómetros en autocaravana durante 30 días. El resto del reparto se desplazaba para encontrarse con ellos en puntos estratégicos donde se desarrollaba la historia, permitiendo que muchas escenas surgieran de forma espontánea, sin ataduras al guion.

 

 

Sinopsis: En medio de una crisis personal y enfrentando la maternidad reciente, Isolde emprende un viaje desde Andorra hasta la remota isla de Skye en busca de su expareja, Víctor. Con recursos limitados, consigue la ayuda de su mejor amiga, Valira, quien le presta su autocaravana sin conocer el verdadero propósito del viaje.

Sin embargo, a medida que el paisaje cambia y los kilómetros se acumulan, también lo hacen las dudas. Las noches solitarias en la carretera, los imprevistos que la ponen a prueba y la exigencia constante de su hija llevan a Isolde a cuestionarse el sentido de su travesía.