«Hay cosas sucias proyectando sombras en tu luz«

¿Puede sobrevivir la serie del Caballero Luna sin el Caballero Luna? Interesante pregunta la que se plantea Jed MacKay en esta nueva colección que no es sino una continuación directa sobre la anterior. El Caballero Luna ha muerto, Konshu sigue preso en Asgard y la Caza Sangrienta aún no ha tenido lugar, así que el actual guionista de Los Vengadores nos plantea cuatro capítulos que exploran las calles que el Puño de Konshu se había propuesto proteger… a través de los ojos de quienes se han quedado atrás y de la psicóloga que los evalúa. Y la respuesta a la pregunta es un rotundo sí. Sí, al menos, durante los cuatro números que componen este largo funeral por un personaje destinado, más que ningún otro, a volver de la tumba a la primera de cambio.

Y ahí radica la gracia del asunto. Todos sabemos que va a volver (sobre todo si hemos leído el último crossover de la Casa de las Ideas), pero los personajes secundarios que han venido acompañando al justiciero desde que creó la Misión de Medianoche tienen tal entidad que el cómic funciona perfectamente apoyándose sólo en ellos y en las cuatro diferentes maneras de afrontar su repentina despedida al final del tomo que tuvimos la oportunidad de leer este verano. Más aún, este nuevo tomo nos proporciona la oportunidad de profundizar algo más en ellos, sus motivaciones y en qué o quiénes se convierten una vez que su amigo y compañero deja de estar en sus vidas al mismo tiempo que continúa con la historia allá donde se quedó en aquel aciago capítulo e introduce a un nuevo contendiente que se está haciendo pasar por un regresado (y aún más violento si cabe) Caballero Luna.

«La Misión de Medianoche existe para proteger a nuestra gente«

Del mismo modo que no termino de engancharme a Los Vengadores de MacKay, sí que me ha encantado su cruce con los vampiros y, por encima de cualquier otra serie, considero que su trabajo para el Caballero Luna está marcando una época para el personaje. Quizás, como otras tantas veces, Marvel esté apretando demasiado a su actual gallina de los huevos de oro (aún me queda por revisar qué tal le va con la Patrulla-X de la época post-Krakoa), pero no diré nada mientras siga regalándonos tramas como la de esta colección que, dentro de la flexibilidad que ofrece uno de los personajes más underground y violentos de la editorial, engrandece su historia y su legado a la par que ofrece a las nuevas generaciones una puerta de entrada a su submundo.

El dibujo de Alessandro Capuccio está ya a otro nivel

No se ha logrado coordinar Panini para sacar este volumen antes de que leyéramos el final de Caza Sangrienta (con todo lo que ello supone), pero lo cierto es que importa poco y que la historia se disfruta igual como una especie de tie-in del evento que sí, habla sobre vampiros (¿y cuándo no los ha habido en esta colección?), pero no gira específicamente en torno a ellos sino alrededor de la repentina desaparición del protagonista del relato y en sobre como ésta afecta al resto de personajes de la serie y al ecosistema que el Caballero Luna había montado en su ‘barrio’.